Cuando se habla del exilio que llegó a México a raíz de la Guerra Civil Española es usual que la presencia judía en éste sea desconocida o haya sido soslayada en la historia oficial, según el investigador Mardoqueo Staropolsky Nowalsky.

Ante ello, el también ingeniero mecánico electricista, maestro en estudios judaicos, se adentró al conocimiento de ese grupo y los aportes que realizaron en diversos ámbitos de la sociedad mexicana.

Resultado de esa investigación es el libro Presencia judía en el exilio español en México: por vuestra libertad y la nuestra, editado por el Ateneo Español de México, con el cual el autor busca saldar una deuda pendiente con los judíos que llegaron al país exiliados tras la derrota de la República Española.

La idea es recuperar, resarcir una deuda histórica con los judíos. Creo que no han sido suficientemente estudiados todos los grupos de inmigrantes que llegaron al país e hicieron tantos aportes, sostiene Mardoqueo Staropolsky

Éste es un caso que que no se conocía ni por los judíos ni por los españoles en México y poco en España. Aunque se sabe bien que 20 por ciento de los brigadistas internacionales de la guerra civil eran judíos, 7 mil, se ignora cuántos llegaron a México con el exilio, dijo.

En su investigación, realizada bajo la dirección de la escritora Angelina Muñiz-Huberman, Staropolsky halló que fueron 69 los personajes judíos –141 si se suman sus familias-- exiliados en México como resultado de la derrota de la República española.

Quizá parece un número muy reducido, pero es significativo en términos de aportes al país. Hay, por ejemplo, muchos casos de médicos, o el de la famosa Valija mexicana que fue transportada en España por Csiki Weiss, quien posteriormente fue esposo de Leonora Carrington, o el del reconocido fotógrafo Walter Reuter.

Según el autor, no se había hecho un estudio sistemático que permitiera, a través de un mapeo, conocer cuántos de los exiliados eran judíos, cuáles eran sus característica sociodemográficas, migratorias y, principalmente, las probables razones por las que México se convirtió en su país de destino.

Nacido en 1940 en San José Costa Rica, pero nacionalizado mexicano, el investigador resalta que las comunidades judías de Europa y el resto del mundo se identificaron con la República Española.

Fue un amor a primera vista, representó un faro de libertad en Europa, que ya era invadida por los nazis y las ideas fascistas, indica.

En las brigadas internacionales hubo judíos de Polonia, Hungría, Ucrania, Lituana y Bielorrusia, entre otras naciones, que pelearon en España porque era el único lugar en Europa donde se veía claro en los años 30 una necesidad de aportar su espíritu libertario.

Destaca que para muchos de esos judíos la república española fue el salvoconducto para salvar su vida tras la derrota en la guerra civil. Esto, detalla, porque el gobierno republicano, ya en el exilio, les confirió la nacionalidad española y de esa manera pudieron refugiarse en otros países, entre ellos México, que en ese entonces tenía sus puertas cerradas a los judíos.