Miércoles 20 de junio de 2018, p. 13
Ante el contexto de violencia general que se vive en el país, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) dio a conocer su protocolo básico de seguridad eclesial, en su vertiente personal y para recintos religiosos.
En el documento destaca que en casos de robos, extorsión, amenazas y secuestros, los sacerdotes deben denunciar los hechos a las autoridades correspondientes.
Sugiere colocar alarmas en las parroquias y contratar seguros, y que los encargados generen un inventario de bienes. En lo personal, recomienda salir de preferencia durante el día, así como evitar en lo posible seguir rutinas y usar joyas ostentosas.
Respecto de los asesinatos de sacerdotes (24 en ese sexenio), la CEM señaló que no ha tenido respuesta de las autoridades locales ni de la Secretaría de Gobernación.
Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la CEM, aseguró que este protocolo surge fuertemente del dolor que nos impacta gravemente por cada muerte que sucede en nuestro país
. Aseguró que es un elemento para prevenir y que cada parroquia podrá retomarlo de acuerdo con sus recursos. Agregó que no se considera la participación de policías ni militares para el resguardo de los recintos.
El protocolo puede consultarse en la página de la CEM y fue elaborado a partir de otros documentos de esta índole que fueron elaborados por las arquidiócesis de México, Acapulco, Matamoros y Monterrey.