A cinco años transcurridos de la actual administración y de haberse puesto en marcha la reforma educativa, las cifras preli- minares de la Secretaría de Educación Pública (SEP) muestran avances mínimos en sus principales indicadores, como cobertura, absorción, eficiencia terminal e índice de reprobación, entre otros. Sin embargo, no son suficientes para afirmar que se han tomado las medidas pertinentes para abatir el rezago en la calidad educativa, concluye el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP).

Precisó que el único indicador que arroja resultados alentadores es el de absorción, el cual está garantizando que se ha amplia- do la cobertura en los diferen- tes niveles escolares, salvo para el caso de educación supe- rior, en el cual aún quedan miles de jóvenes fuera de la universidad o educación terciaria.

Además, aún existen 4 millones 800 mil habitantes que no saben leer ni escribir. De esta cifra, más de la mitad son mayores de 60 años, pero el resto son en su mayoría mujeres en edad productiva en un rango de 15 a 59 años.

En un análisis titulado Calidad educativa y evolución de los recursos presupuestales en educación 2013 -2018, detalla que el gasto programable destinado a la función de educación en ese periodo muestra una tendencia declinante, registrando una tasa real de menos 1.2 por ciento promedio anual. La evolución del gasto programable en educación en 2013, primer año de gobierno de la actual administración, fue de 754.6 mil millones de pesos; en 2014, 784.8; en 2015, 813.4, y en 2016, 784.4, lo que representó en el periodo una variación real de 1.3 por ciento.

Pero en 2017 descendió a 714.4 mil millones de pesos y para 2018 se redujo a 710.3, con lo que la variación real fue un decremento de 0.6 por ciento. De esta manera, la variación real entre 2013 y 2018 es una contracción en el gasto programable en educación de 1.2 por ciento.

Los especialistas del CEFP aseguraron que el resultado no mejora realmente si se toma en cuenta el presupuesto aprobado en los recientes seis años, la tasa promedio real anual es de 0.1 por ciento anual. Así, el presupuesto aprobado ha permanecido prácticamente estancado en los pasados seis años.

Añaden: “Dada la restricción presupuestaria y la política de moderación y austeridad, los recursos canalizados a este sector han sido restringidos, impidiendo de alguna forma cumplir con las metas del Ejecutivo de mejorar la calidad educativa en todos los aspectos.

Indudablemente, la reforma educativa, el cambio de los programas de estudio y los esfuerzos que se realizan por mejorar la infraestructura y el equipamiento de los centros escolares no se han materializado, habiendo sido insuficientes para reducir el rezago educativo.