Madrid.

Con un sonoro abucheo y gritos de floja, antipática, maleducada y fuera fue despedida la reina de España, Letizia, tras un acto público. La monarca vive su peor momento después que en la Misa de Pascua tuvo un gesto agrio con su suegra, la reina emérita, Sofía, una de las figuras más queridas de la Casa Real.

La monarquía española atraviesa una crisis desde hace una década, abonada por casos de corrupción, nepotismo y abuso de poder; el más notorio es el de Iñaki Urdangarín, esposo de Cristina de Borbón, pero también por los escándalos públicos y privados, sobre todo de alcoba, que protagonizaba de forma cotidiana el rey Juan Carlos I, quien abdicó en favor de su hijo.

Con la coronación de Felipe VI, cuya esposa Letizia fue periodista de televisión, nieta de un taxista y que incluso es divorciada, se quisieron dar nuevos aires a la monarquía.

Sin embargo, en años recientes Letizia se ha mostrado distante y altiva, ha tenido desencuentros con periodistas o personas de la calle cuando intentaban acercarse a ella o a sus dos hijas, Leonor y Sofía, a quienes cuida con celo hasta el último detalle. Ella controla la dieta del colegio al que van y les tiene prohibido incluir comidas que considera inapropiadas, sobre todo las que tienen grasas saturadas. Vive obsesionada con su figura y su cuerpo, lo que también ha sido tema de las tertulias de la llamada prensa rosa, que comenta numerosas operaciones de cirugía estética.

En el más reciente gesto que exasperó a una buena parte de la sociedad, de un manotazo le quitó el brazo a su suegra cuando ésta intentaba que le tomaran una fotografía con sus dos nietas después de la Misa de Pascua. En un video que se viralizó se ve como Letizia cruza un par de palabras con la reina emérita, mientras Felipe VI, al percatarse de la bronca, intenta mediar con el rostro desencajado, mientras las niñas miran la escena con estupor.

En su primer acto público después de que salió a la luz ese video, Letizia fue increpada al salir de un acto en favor de discapacitados en Madrid. Tras abuchearla, silbarle y gritarle fuera, también le recriminaron su mala educación y le criticaron por ser antipática.

La Casa Real no ha hecho comentarios sobre el asunto.