El mayor gasto derivado de la campaña electoral provocará un repunte en la actividad económica en la primera mitad de 2018, que comenzará a moderarse después del día de la votación y hasta el cambio de gobierno, anticipó la firma de análisis Moody’s Analytics.

En 2018 la economía estará bajo los influjos de dos fases opuestas del ciclo político- electoral.

Por un lado, la economía se acelerará por los efectos expansivos del ciclo político-electoral, después de la tradicional desaceleración del quinto año de administración. Mientras en 2019 estará bajo los efectos contraccionistas relacionados con el cambio de gobierno, expuso Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, una compañía que no guarda relación con la calificadora de inversiones Moody’s Investors Service.

Fueron tres los factores que, explicó el analista, provocaron la pérdida de dinamismo de la economía en el quinto año del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto: el ajuste de política económica con el fin de reducir el endeudamiento derivado del déficit fiscal y un repunte de la inflación. Segundo, una anémica inversión productiva, que limita la capacidad de crecimiento, y tercero, la incertidumbre derivada de las tensiones comerciales con Estados Unidos.

La realidad histórica muestra que el efecto expansivo tiende a dominar en el crecimiento económico del año. Por lo cual se calcula que la economía reportará un crecimiento de 2.5 por ciento en 2018, superior al 2 por ciento registrado el año pasado, anticipó.