Pyeongchang.

La bandera mexicana fue izada en la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno Pyeongchang 2018, donde a menos 48 horas de la inauguración, los 32 rusos que apelaron al Tribunal Arbitral del Deporte, tras no ser invitados por el Comité Olímpico Internacional a participar, esperaban a una decisión de última hora, mientras el clima de distensión entre las dos Coreas seguía su curso.

Los representantes mexicanos, Sarah Schleper, Robert Franco, Gustavo Madrazo y Rodolfo Dickson, los cuatro en pruebas de esquí, el jefe de misión, Carlos Pruneda, y Mario García, representante del Comité Olímpico Mexicano, tomaron parte en el izamiento de bandera en la Villa Olímpica de Pyeongchang, en una ceremonia ante la presencia de autoridades diplomáticas y olímpicas de México y Corea del Sur. Una de las 15 ceremonias realizadas ayer fue la de Colombia, en la que Laura Gómez resultó beneficiada por la exclusión de deportistas rusos por el escándalo de dopaje. Su clasificación, al recorrerse los puestos, fue tan tardía e inesperada que ni siquiera disponía de uniforme olímpico.

Gómez, ex patinadora de ruedas, se inició en el patinaje de velocidad sobre hielo seis meses atrás, por diversión; asistió a un par de competencias, estaba en listas de reserva y hace siete días recibió en su casa una invitación para participar en los juegos invernales.

Todavía estoy que no me lo creo. Estar en Corea es una sorpresa enorme, no sé cómo estoy aquí, confesó la joven patinadora de 27 años que se convertirá en la primera colombiana en participar en pruebas olímpicas de patinaje de velocidad junto con su compatriota Pedro Causil.

En tanto, el examen de apelación de los 32 deportistas rusos a los que el TAS retiró la sanción de por vida que les había impuesto el COI, esperaban la resolución en una audiencia con el TAS y el COI que fue extendida hasta este jueves.

Entre los marginados por el COI, que retiró las sanciones pero se reserva el derecho de convocatoria, figuran el patinador velocista Viktor Ahn, séxtuple campeón olímpico, y el biatleta Anton Shipulin, nacido sudcoreano y naturalizado ru-so poco antes de Sochi 2014, donde se destapó el escándalo por dopaje.

Hasta ahora, los 168 deportistas rusos juzgados limpios y autorizados por el COI a competir deben participar en Pyeongchang con bandera neutral, pues Rusia sigue sancionada debido al sistema de dopaje institucionalizado y de manipulación sistemática de los resultados de los tests en Sochi 2014.