Dámaso López Serrano reconoce papel central en el cártel de Sinaloa
Hijo de Dámaso López Núñez, en 2017 se entregó a autoridades estadunidenses
Viernes 12 de enero de 2018, p. 12
San Diego.
Dámaso López Serrano, El Mini Lic, el narcotraficante mexicano que se entregó a las autoridades estadunidenses, se declaró culpable el miércoles de cargos de contrabando de drogas y reconoció que orquestó los envíos de miles de kilogramos de metanfetamina, cocaína y heroína a Estados Unidos.
López Serrano, de 29 años, presentó su declaración ante una corte federal en San Diego, casi seis meses después de que se entregó en la frontera de México con California. Es el miembro de mayor jerarquía de un cártel mexicano que haya acudido voluntariamente a las autoridades, de acuerdo con la fiscalía estadunidense.
Violencia en Sinaloa y BC
Su padre, Dámaso López Núñez, arrestado en la Ciudad de México en mayo, luchaba por el control del cártel de Sinaloa desde el arresto, en 2016, del multimillonario capo Joaquín El Chapo Guzmán. Los funcionarios mexicanos han culpado a López Núñez de fomentar la violencia en el estado de Sinaloa, en la costa del Pacífico, y en la península de Baja California, incluyendo una serie de asesinatos alrededor de Cabo San Lucas.
El gobierno estadunidense busca extraditarlo. Por su parte, Guzmán fue enviado a Estados Unidos el año pasado para enfrentar cargos de narcotráfico.
López Serrano, quien ha sido descrito como violento y pretencioso por expertos de su país, reconoció ante un tribunal federal que él había jugado un papel central en el cártel. También dijo que estaba armado mientras traficaba drogas y se declaró culpable de cargos de contrabando en un caso por separado en Virginia, en el cual también hace mención de su padre.
El narcotraficante enfrenta una sentencia mínima obligatoria de 10 años en prisión y aceptó pagar una multa de un millón de dólares en efectivo.
La condena de López Serrano “golpea seriamente al liderazgo del cártel de Sinaloa y sus violentas actividades de tráfico de drogas”, dijo John P. Cronan, el fiscal general adjunto interino de la división criminal del Departamento de Justicia, en un comunicado.
El caso forma parte de una investigación de cinco años que ha resultado en cargos contra más de 125 personas, la incautación de miles de toneladas de drogas y de más de 27 millones de dólares en ganancias. Los funcionarios estadunidenses dijeron que la pesquisa ha puesto al descubierto el funcionamiento interno de uno de los cárteles del narcotráfico más poderosos del mundo.