La 22 asamblea nacional ordinaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se celebrará el 12 de agosto próximo, para fijar la estrategia que le permita conservar el poder en 2018. En las mesas temáticas del cónclave se da especial relevancia a revisar el desempeño de los funcionarios y legisladores de filiación tricolor, así como a la rendición de cuentas y ética. Uno de los ejes de la asamblea será corregir caminos.

El partido emitió ayer la convocatoria para la realización de ese acto multitudinario, en el cual participarán 3 mil 500 delegados electos, más cientos de representantes de las dirigencias y estructuras locales, estatales y nacionales.

La 22 asamblea debe ser el punto de partida de una nueva historia para el PRI, un llamado a todos los priístas a construir, en unidad, un renovado y positivo legado para las generaciones futuras, se indica en la convocatoria.

La asamblea nacional es el órgano supremo del PRI; la más reciente se llevó a cabo en marzo de 2013, apenas unos meses después de haber recuperado la Presidencia de la República. En aquel inicio del sexenio de Enrique Peña Nieto, la discusión central se vinculó a las pretendidas reformas estructurales como la energética, educativa y hacendaria.

Cuatro años después, bajo la dirigencia de Enrique Ochoa Reza y Claudia Ruiz Massieu, presidente y secretaria general, respectivamente, se advierten nuevos retos de transformación del priísmo.

Por ejemplo, fortalecer su cohesión interna para replantear con eficacia nuestro papel como partido en el gobierno... así como en los estados y municipios donde es oposición.

Todavía sin dar demasiadas pistas de los eventuales cambios estatutarios que definan las características de su próximo candidato presidencial, el PRI destaca en la invitación a la asamblea que es un partido plural, donde las aspiraciones ciudadanas encuentran su fiel reflejo en el compromiso de lograr un país con mejores oportunidades para todos los mexicanos.

Por ahora sólo informa que promoverá un debate amplio, abierto y libre en su militancia para definir el proyecto de nación al que aspira, y definir objetivos como organización moderna “con capacidad de transformar y transformarse y con la obligación y responsabilidad de corregir caminos y trazar nuevos.

La asamblea deberá sustentarse en sendos trabajos previos, locales, estatales y nacionales, cuyo banderazo se dio este viernes, para alistar reuniones de sectores y organizaciones –la forma en que está articulado este partido– y, entonces, elegir los delegados.

La batuta la tendrá el Comité Ejecutivo Nacional, a cargo de Ochoa y Ruiz Massieu, así como los titulares de las comisiones de organización, dictamen y de las cinco mesas temáticas nacionales programadas, cuyos dictámenes serán puestos a consideración en la asamblea nacional.

Las mesas tendrán, a su vez, órganos colegiados encabezados por la secretaria general del partido y por el secretario técnico del Consejo Político Nacional (actualmente es el senador sonorense Ernesto Gándara).

Los temas a tratar son: visión de futuro; rendición de cuentas y ética; declaración de principios; programa de acción, y estatutos.

En los análisis participarán delegados por entidad federativa, sectores y organizaciones nacionales del PRI; senadores y diputados federales; enviados del Instituto de Capacitación y Desarrollo Político; de la Fundación Colosio, y un delegado por cada una de las organizaciones nacionales adherentes.

Toda la maquinaria nacional, local, municipal y estatal del tricolor deberá asistir a la asamblea.

En el cronograma se detalla la elección de delegados desde hoy (sábado) y hasta el 9 de julio; del 12 de mayo al 18 de junio se realizarán asambleas locales; del 22 de junio al 9 de julio, las estatales y, del 10 al 22 de julio, la comisión de dictamen elaborará los proyectos de resolución de cada mesa temática, a fin de que la primera semana de agosto se hagan mesas o foros regionales.

Este sábado, el PRI emitirá el reglamento de la convocatoria a la asamblea.