Sábado 29 de abril de 2017, p. 8
Querétaro, Qro.
La magistrada presidente de la Asociación de Tribunales de lo Contencioso Administrativo de los Estados Unidos Mexicanos, Yasmín Esquivel Mossa, advirtió que la sociedad ya no confía en sus instituciones y mira con recelo a los funcionarios públicos.
Desgraciadamente, el gobierno ha dejado de ser un instrumento socialmente útil y pareciera transformarse en una pesada, costosa y abultada estructura, que solamente sirve para generar corrupción e impunidad
, señaló durante la inauguración del Congreso Nacional Rumbo a la Implementación del Sistema Nacional Anticorrupción de los Tribunales de lo Contencioso Administrativo.
Ante la secretaria de la Función Pública federal, Arely Gómez González, y del magistrado presidente del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, Carlos Chaurand, advirtió que México ha sido brutalmente lastimado por la corrupción.
El Estado, sostuvo, ha dejado de representar una respuesta a las añoranzas de bienestar; además, se ha vuelto un pesado y costoso espectador social y económico de las personas que desconfían de sus autoridades.
Aseveró que el conjunto de la sociedad siente desconfianza de quienes están obligados por ley a brindar seguridad, libertad y patrimonio, y subrayó que los mexicanos sólo parecieran encontrar desolación en lo público.
Legitimidad deteriorada
Manifestó que México atraviesa por momentos complejos y difíciles; es la peor crisis por la que haya pasado el Estado mexicano, y consideró que la legitimidad de los líderes políticos se encuentra sumamente deteriorada. Ya nadie cree en el gobierno y pocas personas escuchan o ven lo que hace
, puntualizó, por lo que demandó cambiar la impunidad por justicia y la corrupción por rectitud.
Cambiemos los escándalos y las capturas por políticas y acciones efectivas, para evitar saqueos y abusos de poder y poder responder a la sociedad en forma efectiva y segura
, afirmó.
Subrayó que hay que dejar atrás la etapa oscura de políticos enriquecidos de la nada para transformarla en un mañana en el que de nueva cuenta la legalidad y la ética sean motores del servicio público. Desterremos la sospecha y la desconfianza hacia las instituciones, por una reorientación social de nuestro actuar
.
Sostuvo que de los tribunales de justicia administrativa del país depende el éxito o el fracaso del Sistema Nacional Anticorrupción.