De 2007 a septiembre de 2016 se tienen reportes oficiales de 855 fosas clandestinas, donde fueron exhumados mil 548 cadáveres. Sólo en cuatro estados (Coahuila, Colima, Nuevo León y Veracruz) fueron extraídos casi 36 mil fragmentos de restos humanos, informó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

En el Informe especial sobre desaparición de personas y fosas clandestinas en México señala que el número de desaparecidos ha crecido en los años recientes, hasta llegar a casi 30 mil, de acuerdo con el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidos, situación que se ha dado en medio de pugnas entre grupos del crimen organizado, con frecuencia ligados a las autoridades o en plena complicidad; 82.7 por ciento de esos casos se registraron en sólo 11 estados del país.

Pese a este alarmante número, México aún no ha dimensionado la gravedad de casos de desaparición, dijo Ismael Eslava, primer visitador general de la CNDH, en la presentación del informe, cuyos resultados estuvieron basados en información oficial requerida a los gobiernos federal y estatales, aunque algunos de ellos se negaron a proporcionar datos.

Corrupción, impunidad y colusión de funcionarios

El organismo nacional concluye que la desaparición de personas en México es producto, en gran medida, de la violencia y la inseguridad, pero sobre todo de la corrupción, impunidad y colusión de funcionarios públicos con la delincuencia organizada. Todo esto ha llevado al país a enfrentar en este momento un grave problema estructural derivado de la falta de legislación en la materia, inconsistencias jurídicas y la carencia de profesionalización de los funcionarios y servidores públicos, incluyendo desde luego las fuerzas de seguridad.

Los estados con mayor número de fosas clandestinas reportadas oficialmente son Guerrero, con 195; Nuevo León y Veracruz, con 191 cada uno; Zacatecas, 83; Coahuila, 51; Colima, 35; San Luis Potosí, 34; Durango, 18; Jalisco, 17, y Sonora, 12.

En la presentación, Eslava informó que si bien son 855 las fosas clandestinas reportadas oficialmente por las autoridades, un muestreo hemerográfico de ese mismo periodo, realizado por la CNDH, da cuenta de mil 143 fosas y la exhumación de 3 mil 230 cadáveres o restos humanos, pero que todavía no se ha hecho el cruce de información completa.

Además, las autoridades de los estados de Chihuahua, Hidalgo, Morelos, Nayarit, Sinaloa y Tamaulipas fueron omisas en responder las solicitudes de información hechas por el organismo nacional.

Los estados con mayor número de casos de desaparición de personas fueron Tamaulipas, con 19.2 por ciento; México, 10.3; Jalisco, 8.71; Sinaloa y Nuevo León, 8.2 por ciento cada uno, y Chihuahua, Coahuila, Sonora, Guerrero, Puebla y Michoacán, entre 3.5 y 7 por ciento, respectivamente.

La CNDH, por medio de su primer visitador, reprochó no sólo a los órganos de procuración de justicia que no respondieron a los requerimientos de información, sino también a aquellos que lo hicieron, pues mucha de la información no estaba clasificada debidamente en los varios tipo de desaparición –forzada o cometida por particulares–, o si eran personas extraviadas, no localizadas o ausentes.

Aunque el informe es extraordinariamente amplio –683 cuartillas–, en esencia es lo que vienen denunciando los centros y organizaciones de derechos humanos, así como los colectivos de familiares de víctimas, aún antes de 2011, cuando fueron descubiertas las fosas clandestinas en San Fernando Tamaulipas, con 168 cádaveres.

El documento concluye con 102 recomendaciones para atender estas problemáticas, dirigidas a la Secretaria de Gobernación, Congreso de la Unión, legislaturas locales, Senado, gobernadores y a los titulares de la Procuraduría General de la República y de fiscalías de las entidades.