El conflicto del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado siguió ayer escalando y comenzó la pelea por posiciones, luego de que nueve ex perredistas pasaron al grupo parlamentario petista.

El coordinador del Partido del Trabajo (PT)-Morena, Manuel Bartlett, demandó en la junta de coordinación política la reasignación de recursos y lugares en los órganos de gobierno de esa cámara, las presidencias y secretarías en comisiones, así como los espacios físicos que le corresponden como tercera fuerza política en esa cámara.

La coordinadora del PRD, Dolores Padierna, y la presidenta del partido, Alejandra Barrales, rechazaron que su bancada haya bajado del tercero al cuarto lugar y sostuvieron que la conformación de los grupos se basa en el porcentaje electoral obtenido al conformarse la legislatura.

El porcentaje que el PRD representa es de 17.7 por ciento, sostuvo la senadora Padierna. En contraparte, Bartlett insistió en que su grupo PT-Morena cuenta ahora con 16 integrantes, contra ocho que tiene la bancada perredista, por lo que pidió a la junta de coordinación política la asignación de espacios en los órganos de gobierno del Senado.

Entre ellos una vicepresidencia en la mesa directiva del Senado –que ahora tiene el perredista Luis Sánchez– y la presidencia del Instituto Belisario Domínguez, que encabeza ahora Miguel Barbosa.

Al respecto, el coordinador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Emilio Gamboa Patrón, y el presidente del Senado, Pablo Escudero, reconocieron que se tendrán que restructurar espacios y posiciones, pero pidieron a perredistas y ex perredistas platicar para llegar a acuerdos, a fin de mantener la gobernabilidad en esa cámara.

En entrevista aparte, luego de la reunión de la junta de coordinación política, Bartlett insistió en que sólo piden las medidas administrativas consecuentes para ejercer plenamente su representatividad en esa cámara.

Los espacios con que cuenta el PT no son ya suficientes, dijo, por lo que pedirán incluso que se les entregue la sala de juntas Heberto Castillo, asignada al PRD, donde sí podrán sesionar los 16 legisladores del grupo PT-Morena.

Quienes decidieron que el PRD fuera la tercera fuerza política en el Senado son los ciudadanos, por lo que haremos valer lo que a derecho corresponda, resaltó Barrales.

Bartlett, por su parte, sostuvo que la representatividad de los grupos parlamentarios, su número de integrantes, es el eje central sobre el que se toman las decisiones en el Senado.

En entrevista aparte, Gamboa Patrón dijo que en la junta de coordinación política se analizará jurídicamente qué procede, pero sin lugar a dudas vamos a tener que reajustar espacios, lugares y salas de juntas, porque es un número considerable de senadores el que tiene el PT. Es casi el doble de lo que tiene el PRD y casi el doble del verde, insistió.