El primer frente universitario de defensa legal y protección de los derechos de los migrantes que viven en Estados Unidos se reunió ayer en aquel país.

En respuesta a una convocatoria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), representantes de más de 200 instituciones de educación superiro de ambos países celebraron un encuentro en la Northwestern University, de Seattle, donde manifestaron su rechazo a las políticas agresivas del presidente estadunidense, Donald Trump, y discutieron estrategias para defender a los dreamers (aquellos que llegaron a Estados Unidos siendo niños) y a todos los que corren el riesgo de ser deportados por su administración.

La UNAM presentó en el encuentro su posición –que también es la de un centenar de universidades mexicanas– para ofrecer apoyo a los estudiantes que pudieran ser deportados.

El rector de la Northwest University –institución cristiana y privada–, Joseph Castelberry, que se identificó como conservador y republicano, como Trump, alertó sobre el casi inevitable endurecimiento de la frontera: Va a haber un muro, más parecido a una valla que un verdadero muro, y Trump buscará convencer a los estadunidenses de que México lo pague, y el gobierno mexicano a su gente de que no lo pagó.

Retórica agresiva

El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, señaló por su parte que culpar a la inmigración de todos los males de un país no es un recurso nuevo, sino parte de una estrategia equivocada que lucra con descontentos e inconformidades sociales para llegar al poder y que no resiste el más mínimo análisis serio.

En aparente alusión al gobierno del republicano Trump, el ombudsman nacional advirtió que el mundo se enfrenta hoy a una retórica agresiva, discriminatoria y violenta, que constituye en sí misma una violación a derechos humanos.

La UNAM indicó, de acuerdo con un comunicado, que con este encuentro se buscó proponer acciones concretas para fortalecer la estrategia de alianzas de las universidades y la Secretaría de Relaciones Exteriores con las comunidades mexicanas, los mexicans (los nacidos en Estados Unidos pero con poderosas raíces en nuestro país) y los amigos de México (que incluye al segmento con más educación y los defensores de la economía global).

Parte de la agenda del acto binacional fue la reflexión de los expertos sobre la necesidad de educar a la sociedad estadunidense y sus grupos de influencia sobre tres temas específicos: la historia y valores propios de la identidad americana como una nación formada por inmigrantes; la enorme aportación económica y cultural de la inmigración latina, así como la relevancia de los mexicanos en la historia y fortaleza de Estados Unidos en industrias como la agrícola, la de salud y de la construcción.

Al encuentro, que es el primero de este tipo, asistieron los directores de las cinco oficinas que tiene la UNAM en Estados Unidos (San Antonio, Los Ángeles, Seattle, Chicago y Tucson) y fue coordinado por el Programa de Apoyo a los Mexicanos en el Extranjero, de la universidad.