El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que la Iniciativa Mérida está en su fase terminal, de ahí que este y otros apoyos de Estados Unidos no son motivo de presión en la relación bilateral.

La Iniciativa Mérida tiene origen en 2008; se trata de apoyo material y de asesoría de diversas agencias del vecino país para el combate al narcotráfico y la delincuencia organizada. En su inicio contemplaba una ayuda de mil 400 millones de dólares, aunque analistas señalan que está valorada en 2 mil 500 millones.

El funcionario reveló ayer que desde hace dos años Washington ha amenazado con retirar los recursos, bajo el argumento de que aquí hay violaciones a los derechos humanos.

A ello el gobierno mexicano respondió que su contraparte estaba en libertad de hacer lo que considerara conveniente. En el caso de los recursos aplicados actualmente se destinan básicamente al apoyo del nuevo sistema de justicia penal.

Un día después de la visita de los secretarios estadunidenses de Seguridad Interior, John Kelly, y de Estado, Rex Tillerson, Osorio Chong subrayó que la dependencia de México hacia Estados Unidos antes era estrecha, pero ahora se han fortalecido capacidades domésticas en materia de seguridad y migración.

México ha cambiado, ha crecido en temas de seguridad y está más fuerte, dijo en entrevista para Radio Fórmula.

Igualmente, en otras entrevistas, refrendó esa idea: cuando se den cuenta lo que representa la Iniciativa Mérida van a entender que no es ni siquiera significativo... No estamos llenos en recursos, pero no puede ser ese el camino para lograr construir una relación.

El titular de Gobernación resaltó la defensa del presidente Enrique Peña Nieto hacia los intereses de los mexicanos, así como el descontento generalizado aquí por los mensajes del mandatario estadunidense, Donald Trump.

Señaló, sin embargo, que su contraparte, el secretario Kelly, mostró sensibilidad en la vigencia de los acuerdos bilaterales, fundamentales para ambas naciones. Que uno no puede estar sin el otro, así lo dijo y así lo entiende; eso nos va a ayudar a construir una relación hacia adelante, especialmente en materia de migración, derechos humanos y seguridad, con énfasis en el tráfico de armas. Igualmente se habló del consumo de drogas.

Los funcionarios mexicanos, añadió, fueron contundentes en cuanto a la necesidad de alcanzar acuerdos integrales.

Por ahora, precisó, no hubo acuerdos, derivados del encuentro del jueves, salvo el de continuar con la cooperación actual –y los esquemas vigentes de deportación– en tanto no haya otros resultados producto de la negociación.