En la relación desigual con Estados Unidos, México es el que tiene más que perder, pero también cuenta con algunas armas para hacer valer ante el nuevo gobierno estadunidense.

Compra: el país es el segundo destino de las exportaciones estadunidenses en el mundo, después de Canadá y por delante de China. Si bien Estados Unidos tiene un déficit de 60 mil millones de dólares con México, le vende productos por más de 230 mil millones al año.

Genera empleo: seis millones de empleos en Estados Unidos dependen del comercio con México. Además, 40 por ciento de los componentes de los productos mexicanos que se exportan a territorio estadunidense proceden de aquel país y regresan transformados.

Es socio: México es fundamental para varios estados del país vecino, en especial los fronterizos. Es el primer destino de las exportaciones de Texas, Arizona y California. También compra más puerco, maíz amarillo y fructosa al país vecino que nadie.

Extradita: México coopera con Estados Unidos en la lucha contra los cárteles y la justicia. Extraditó a más de 900 personas reclamadas por la justicia de la potencia entre 2000 y 2015. El caso más emblemático fue la entrega de Joaquín El Chapo Guzmán un día antes de la asunción de Trump.

Deporta: la frontera entre ambos países tiene casi 3 mil 200 kilómetros de extensión y México ayuda a reducir la presión de inmigrantes sin papeles que tratan de llegar a Estados Unidos. El año pasado deportó a 165 mil centroamericanos, antes de que llegaran a la frontera del norte.

China: México tiene una buena relación con la potencia asiática, país que desde hace años ha ampliado su influencia en América Latina y al que Trump tiene en la mira. Podría acercarse más a esa nación para hacer contrapeso.

Crisis: un estrangulamiento económico de Estados Unidos a México, al imponer aranceles a sus productos y sancionar a empresas que inviertan en su territorio, generaría una crisis económica. La expulsión masiva de migrantes ocasionaría también un conflicto social. A Washington le interesa que haya estabilidad en casa de su vecino.