Costarán lo mismo que construir uno solo
Además, se reduce el tiempo para edificarlos
Lunes 23 de enero de 2017, p. 37
Con el dinero que se requiere para construir un hospital de 150 camas, alrededor de mil 500 millones de pesos, es posible, mediante contratos de asociación público privada (APP), poner en marcha cuatro de esas unidades médicas casi al mismo tiempo. Eso es lo que hará el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con los proyectos en curso en Nayarit, Chiapas, estado de México y Nuevo León.
En entrevista, David Palacios, director de Administración del organismo, explicó que con este nuevo modelo de infraestructura se llegará a lugares donde tal vez no podríamos
o se necesitarían de seis a ocho años si se planteara la edificación y equipamiento con dinero del Seguro Social. Además, a partir del segundo año se tendría que invertir en mantenimiento de instalaciones y luego en la renovación de los equipos.
Así se refirió el funcionario a la incursión del IMSS en proyectos de APP para la construcción de hospitales. De acuerdo con el plan, los contratos se asignarán en este año, de tal manera que los nuevos nosocomios estén operando antes de que concluya la actual administración.
El primer proyecto es el de Bahía de Banderas, Nayarit: un hospital general de zona (HGZ) con 144 camas y 31 especialidades médicas. Se presentaron cinco candidatos, pero el 30 de diciembre el concurso se declaró desierto por inconsistencias en las propuestas económicas de las dos empresas aprobadas en la parte técnica.
Las dos estaban dentro del techo presupuestal determinado por el IMSS, es decir, el monto máximo estimado para garantizar la viabilidad financiera del contrato. La licitación se volverá a realizar en las próximas semanas.
En Tapachula, Chiapas, se construirá un HGZ con 180 camas y 36 especialidades. Ya se están realizando las juntas de aclaraciones y el fallo se dará a conocer en mayo próximo.
Tanto en García, Nuevo León, como en Tepotzotlán, estado de México, se planean sendos hospitales generales regionales de 260 camas. Las prebases de las licitaciones se publicaron el 23 de diciembre de 2016 y el fallo se prevé entre julio y agosto de este año.
Las APP son un esquema de contratación para construir obra pública que existe en México en el área de salud desde el gobierno de Vicente Fox (2000-2006), cuando empezaron a abrirse los hospitales regionales de alta especialidad (HRAE). Consiste en que empresas privadas financian la construcción y equipamiento de unidades médicas y se hacen cargo de la administración, que implica el mantenimiento del inmueble, la renovación de equipos y garantizar su funcionamiento durante 25 años de vigencia del contrato.
La prestación de servicios (atención médica y administrativa) queda a cargo de trabajadores del IMSS. Palacios explicó que la ventaja para el Seguro Social es que en lo inmediato no requiere disponer de los recursos económicos para construir y comprar equipo médico, sino pagar al proveedor la contraprestación económica acordada en el contrato, en la forma de una renta mensual, a partir del inicio de operaciones.
El funcionario aseguró que la viabilidad de los proyectos está garantizada por la sobredemanda de servicios que el Seguro Social enfrenta. Cada hospital que se abre se llena casi de inmediato, indicó.
Eso no ha pasado en los HRAE, los cuales atienden a afiliados del Seguro Popular, pero por falta de personal médico y fallas en la planeación son subutilizados. De cualquier manera se debe cumplir el pago de la renta mensual al proveedor.
Críticas
Las APP han enfrentado críticas por esta causa y porque estudiosos del tema las ven como parte de la privatización de los servicios de salud en el país. Para el IMSS es una alternativa, aseguró Palacios, de mejorar la eficiencia en el uso de los recursos económicos disponibles y, en este caso, de ampliar la cobertura y calidad de los servicios a los derechohabientes.
Con esa perspectiva se inició en 2015 el arrendamiento de ambulancias y vehículos oficiales, la optimización en los contratos de servicios integrales de laboratorios clínicos y servicios de hemodiálisis y, más recientemente, la renta de camas de terapia intensiva, recordó.