Domingo 22 de enero de 2017, p. 7
La reacción de los analistas financieros luego del primer discurso de Donald Trump como presidente de Estados Unidos fue unánime: todos vaticinan un panorama sombrío para la economía mexicana este año, mayor inflación y menor generación de empleos.
En un reporte difundido la tarde del viernes, Scotiabank destacó que la era Trump comenzó con señales de tormenta
para el comercio internacional y calificó de preocupante
la postura que dejó ver en su mensaje de toma de posesión, la cual no es de cooperación y generación de acuerdo, sino de imposición de condiciones para forzar los cambios que desea
.
La firma destacó que el nuevo presidente dejó ver su intención de poner a intereses de Estados Unidos primero para traer de vuelta la riqueza que, según él, otros países le han arrebatado, lo que dijo, parece ser la antesala de medidas proteccionistas concretas y nocivas para el comercio mundial.
Si bien reconoció que todavía es muy pronto para saber con mayor precisión las posibles implicaciones que tendrían las políticas concretas de Trump, sí aseguró que los trazos del discurso que dio el viernes apuntan hacia cambios significativos, lo cual podría mantener vigentes las posibilidades de volatilidad en los mercados internacionales.
Consideró que si el peso mexicano no cayó luego del discurso, y por el contrario se apreció de manera relevante el viernes, fue por el optimismo que generó que no se haya mencionado explícitamente a México en el mensaje de asunción.
La encuesta de analistas de Citibanamex, difundida desde el jueves, ya anticipaba que el consenso de los analistas vaticinaba un menor crecimiento económico para este año, al bajar su perspectiva de 1.8 a 1.2 por ciento de avance del producto interno bruto (PIB) en este 2017.
Además de una reducción en la llegada de inversión extranjera directa, dijeron que la creación de empleo formal y las ganancias en los salarios reales (las principales causas del buen desempeño del mercado interno en los últimos meses) se van a desacelerar este año, pues la interrupción en inversión generará una desaceleración en la creación formal de empleos, mientras el esperado rebote de la inflación reducirá el poder de compra de los salarios reales.
Un análisis de Banorte-Ixe explica que la administración de Trump representa un paso atrás para el libre comercio en Estados Unidos, pues las leyes estadunidenses dan al nuevo presidente (quien en el mejor de los casos pretende revisar los acuerdos comerciales de su país con el resto del mundo y eliminarlos por completo en el peor de los escenarios) amplios poderes en materia comercial.
También puntualiza que, a largo plazo, Trump podría enfrentar fuertes desafíos judiciales por compañías estadunidenses, posiblemente por algunos estados afectados, que podrían argumentar que el presidente abusó de sus poderes.
De acuerdo con el análisis, las políticas de Trump tendrán un efecto negativo sobre la economía global y, aunque para Estados Unidos podrían resultar benéficas a corto plazo, a la larga podría atentar contra la estabilidad económica estadunidense por medio de un sobrecalentamiento de su economía, propiciando mayores tasas de interés e incrementando el riesgo de una recesión.