zcapotzalco es una zona llena de sorpresas. En diversas ocasiones hemos hablado de sus remotos orígenes, su situación como poderoso imperio a la llegada de los mexicas, que habrían de fundar Tenochtitlan.
Tras la Conquista, los frailes dominicos fueron los encargados de evangelizar la zona, construyendo el templo y convento de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago, belleza arquitectónica que aún existe. Asimismo, fueron apareciendo haciendas y ranchos que habrían de convertir la región en un emporio agrícola.
A finales del siglo XIX ostentaba el título de villa, con 7 mil 500 habitantes, 24 barrios, cuatro pueblos y ocho grandes haciendas. En la pasada centuria comenzó a llegar la modernidad
con la industrialización, que se comió
las fértiles tierras para cubrirse de fábricas. Esto detonó la construcción de inmensos conjuntos habitacionales para dar vivienda a la creciente población.
A principios del siglo se crearon nuevos fraccionamientos y colonias; una de ellas fue Clavería, que se desarrolló en los terrenos que habían pertenecido a la hacienda San Antonio Clavería. El nombre se debe al apellido del primer dueño, don Juan Antonio Clavería Villarreal, quien llegó a fines del siglo XVI de España.
Esto nos platica la cronista de Azcapotzalco, María Elena Solórzano, en el libro Clavería centenaria. La casa de los claveros. Crónicas, relatos y entrevistas. De manera amena e informada nos entera del origen de la palabra. Viene de clavero que era la persona que tenía a su cargo las llaves de una plaza, ciudad o iglesia. De ahí derivó clavería, que significa dignidad de clavero en la órdenes militares y encargado de la recaudación en las catedrales y cabildos. En España existe el Palacio de Clavería, que es uno de los monumentos más importantes de la orden de Calatrava.
La colonia fue una ampliación del primer fraccionamiento moderno que se realizó en Azcapotzalco. Se llamó El Imparcial, nombre de un periódico cuyo dueño emprendió la aventura urbana con gran éxito.
En 1907 el folleto de ventas destaca entre varios atractivos: ...recibe el aire puro de las montañas y no el aire viciado del centro, como acontece con otros lugares menos sanos. El agua es muy pura. El paisaje pintoresco y hermoso...
La traza urbana era magnífica: calles de 20 metros de ancho, con guarnición de piedra y adornadas con diferentes tipos de árboles. Un predio de 3 mil metros para jardín en el centro de la colonia. Diferencias abismales con los desarrollos de lujo
que se han llevado a cabo en las décadas recientes en la ciudad. Menciono dos: Santa Fe y el llamado Nuevo Polanco. Banquetas estrechas, sin árboles y cero parques o jardines.
Para construir en Clavería era requisito dejar un pequeño jardín frente a la fachada. El precio de los lotes, según la ubicación, iba de dos a cuatro pesos el metro cuadrado. La edificación era al gusto del comprador, pero sujeto al proyecto de la empresa para que prevaleciera el mismo estilo. La constructora manejaba el Sistema Garza, que consistía en la utilización de cemento armado, material más resistente que el que se usaba en esa época.
La centenaria colonia todavía luce muchas de esas casas, tiene el lindo parque de la China, calles y avenidas con historia. Conserva leyendas y anécdotas que la cronista nos relata en ésta, que podemos llamar biografía de una colonia, enriquecida con entrevistas a los habitantes más antiguos.
El libro lo acaba de reditar la delegación Azcapotzalco, que encabeza Pablo Moctezuma, quien además es un excelente cronista que ha escrito muchas obras sobre la historia de la demarcación y de personajes históricos.
Es una publicación gratuita, así es que si le interesa se la obsequian en la delegación que siempre tiene las puertas abiertas. Puede aprovechar para ir a una de las cantinas más antiguas, el Dux de Venecia, que se encuentra casi enfrente de la señorial construcción que alberga la Casa de la Cultura, en el corazón de Azcapotzalco. Hay botana de cortesía muy sabrosa, que acompaña el copetín.