Buenos Aires.

La dirigente social Milagro Sala, detenida ilegalmente en la provincia norteña de Jujuy, dijo este jueves ante los tribunales que la juzgan que es víctima de una persecución política encabezada desde hace ocho años por el actual gobernador, Gerardo Morales, cuya molestia es que los negros nos pudimos organizar, que no le pedimos nada a sectores políticos y que aprendimos a no agachar la cabeza delante de nadie.

Diputada electa en el Parlamento del Mercado Común del Sur (Paralsur) y dirigente de la organización Tupac Amaru, Sala, detenida desde el pasado 16 de enero por razones políticas y por orden del gobernador Morales, de la Unión Cívica Radical (UCR) aliada de la gobernante alianza derechista Cambiemos, fue llevada este jueves bajo increíbles medidas de seguridad, como si se tratara de un poderoso narcotraficante a la primer audiencia del juicio donde se la acusa sin pruebas de hechos ocurridos en 2009.

El gobernador Morales impulsa un juicio contra la dirigente desde ese año cuando era senador como instigadora de una manifestación pública en su contra, cuando un grupo de personas lo increpó tirándole huevos, como protesta. Sala nunca estuvo en esa manifestación , como declararon Graciela López y Ramón Salvatierra imputados por haber participado en esa acción y negaron haberse reunido con Sala.

Yo siempre doy la cara, no estoy acostumbrada a esconderme. Porque así me han educado, dijo la dirigente al desmentir que ella hubiera organizado esa movilización y ni siquiera estaba en el lugar y recordó que todos los que la conocen saben bien que siempre estuvo al frente de cada uno de los actos en los que participó la Tupac Amaru.,

Durante más de 50 minutos habló Sala, cuya libertad han pedido la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos, parlamentarios de Europa, organismos de derechos humanos de diversos países y una cantidad de personalidades, organizaciones sindicales y otras ante la injusta detención por órdenes de un gobernador que ha quedado aislado y se siente impune por el apoyo del presidente de la nación Mauricio Macri.

Llamado a los jueces para que no se dejen presionar

Milagro Sala pidió a los jueces que no se dejen presionar al lamentar que para juzgarla a ella por presiones del gobernador hayan suspendido los juicios de lesa humanidad para tenerme sentada acá. Lo lamento mucho. Los hijos y abuelos vienen esperando hace 30 años. Hace mucho tiempo. Y le dan más importancia a una tirada de huevos que a esos compañeros.

El juicio de derechos humanos que debía comenzar el 9 de diciembre fue suspendido y se trata del secuestro y desaparición de trabajadores del Ingenio Ledesma en lo que se conoce como La Noche del Apagón y en el que debía ser juzgado el poderoso empresario Carlos Pedro Blaquier como cómplice de la dictadura cívico- militar (1976-1983).

Sala informó sobre el trabajo realizado por el movimiento Tupac Amaru en favor de los más humildes. No nos perdonan que hayamos dignificado a los compañeros a quienes les levantamos la autoestima. Cuando íbamos a las villas (miserias) nos decían que los gringos (los ricos y blancos) no los dejaban entrar al centro.

El trabajo de Tupac Amaru permitió que una cantidad de jóvenes pudiera estudiar, se levantaron barrios enteros, con viviendas dignas, con escuelas, centros de salud, de deportes, lo que incluso fue filmado en documentales, que recorrieron América Latina y Europa, como un modelo de trabajo social.

Al dirigirse a los jueces les dijo: quiero creer que ustedes sí tienen independecia en la Justicia Federal. Espero. Porque en la justicia provincial lamentablemente no hay independencia. Se demostró en diciembre, después que asumió Gerardo Morales cuando amplió el Superior Tribunal de Justicia de 5 a 9 miembros. Cinco jueces en la Corte son afiliados al radicalismo. Dos diputados terminaron de levantar la mano para aprobar la ampliación del Poder Judicial y renunciaron a sus bancas y fueron a jurar como jueces e hicieron todo para que esta negra, esta (indígena) coya, esta mal hablada vaya a la cárcel.

La situación que rodea esta detención sin causa, por odio social y racial, como denuncian los militantes de Tupac Amaru es muy grave. Un joven murió torturado en la cárcel por no querer prestarse para acusar a Sala y su tío fue también golpeado y torturado, pero se negó a mentir.

Una diputada intentó suicidarse, porque fue obligada para acusar a la dirigente, bajo la amenaza de detener a sus hijos. La serie de acciones llevadas adelante por Morales constituyen una violación abierta de los derechos humanos en Jujuy.

Por su parte, el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel envió una carta al presidente Mauricio Macri en la que le advierte que el gobierno nacional tiene la obligación de cumplir con los pactos y protocolos internacionales incorporados a la Constitución Nacional, por lo que le reclamó: No evadas tus responsabilidades, en relación a la detención arbitraria de Milagro Sala señaló como grave el incumplimiento del gobierno de Cambiemos a las resoluciones del Grupo de Trabajo contra las Detenciones Arbitrarias y del Comité contra la Discriminación Racial, ambos de la ONU, que reclamaron la liberación inmediata de la líder de Tupac Amaru.

Pérez Esquivel sostuvo que Sala es hoy una presa política, condenada antes de ser juzgada. Lamentó que en la provincia de Jujuy se estén vulnerando los tratados internacionales de derechos humanos, y señaló que la defensa de los derechos humanos debe ser integral porque son valores indivisibles de la construcción democrática. Te reitero mis saludos, esperando una Navidad y Año Nuevo sin presos políticos, concluye la carta dirigida a Macri.