Sao Paulo.

El Ministerio Público Federal de Brasil presentó nuevos cargos por corrupción contra el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), vinculados a las investigaciones en el marco de la operación Lavado Rápido sobre el esquema de sobornos en la estatal Petrobras.

Los fiscales acusaron al ex mandatario de supervisar un esquema en el cual la constructora Odebrecht habría pagado 75 millones de reales (22.18 millones de dólares) en sobornos para adjudicarse ocho contratos con Petrobras.

Los fiscales afirman que Lula hizo nombramientos políticos de ejecutivos claves dentro de Petrobras que habrían desarrollado el esquema de sobornos en los contratos con Odebrecht.

Según la acusación, el dinero habría sido canalizado de vuelta a los fondos de las campañas del Partido de los Trabajadores de Lula y de sus entonces aliados, incluido el oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño, en el cual milita el presidente Michel Temer.

La decisión de si las nuevas acusaciones terminarán en otro proceso judicial contra el ex gobernante ahora depende del juez federal Sergio Moro.

Lula ya es procesado por otros cargos de corrupción en el tribunal que preside Moro, en el sureño estado de Paraná. Para ese proceso el fallo no se espera antes de finales de enero o principios de febrero. El ex mandatario enfrenta otro juicio por acusaciones de corrupción en una corte de Brasilia para el cual aún no se fija fecha de inicio. En todos los casos Lula ha rechazado las acusaciones.

Marcelo Odebrecht, ex presidente ejecutivo de Odebrecht SA, quien cumple una pena de 19 años de cárcel por delitos relacionados con Lavado Rápido, fue acusado de más cargos por corrupción.

Sin embargo, ahora Odebrecht es testigo del Estado y sus declaraciones, al igual que las de otros 80 ejecutivos del grupo, podrían implicar a más de 200 políticos. Se prevé que el ex jefe de Odebrecht siga en prisión hasta finales de 2017 y que después salga en libertad condicional por un acuerdo de delación compensada.