El gobierno federal pidió a los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) acudir al inicio del ciclo escolar 2016-2017, el próximo lunes 22, asunto que el magisterio disidente evaluará a partir de hoy.

La mesa de diálogo político entre la Secretaría de Gobernación (SG) y la CNTE concluyó anoche sin acuerdos luego de menos de hora y media de pláticas, una de las sesiones más breves desde el reinicio del diálogo, el pasado mes de junio. A la cita de este martes asistió el líder de la sección 22 de la coordinadora (Oaxaca), Rubén Núñez, excarcelado bajo fianza hacia unos días.

Gobernación convocó a la CNTE a reunirse con autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), ‘‘con el propósito de abordar públicamente el tema de la evaluación’’.

Trascendió que durante el encuentro el subsecretario de Gobierno de la SG, Luis Enrique Miranda Nava, llamó a los maestros a asumir una posición ‘‘de corresponsabilidad’’ y fue insistente en que la abrogación de la reforma educativa (la principal exigencia de la coordinadora) es un ‘‘asunto inviable y, además, corresponde analizarlo al Poder Legislativo’’, no al gobierno.

Fuentes consultadas comentaron que Núñez Ginés informó que para los encuentros subsecuentes acudirá solamente como ‘‘observador’’, aunque –agregó– en Bucareli contarán con el resto de la representación de la comisión nacional única de negociación.

Antes de la llegada a Gobernación, los maestros marcharon del Zócalo capitalino a las inmediaciones de la dependencia, como muestra de respaldo a los comisionados que participan en esta negociación.

Enrique Enríquez Ibarra, dirigente de la sección 9 (Ciudad de México), informó que el gobierno no ha presentado una sola propuesta para destrabar el conflicto magisterial, generado precisamente por la aplicación de la reforma en esta materia, promulgada en 2013.

‘‘La CNTE se reserva su derecho a seguir analizando el plan de acción a seguir; por tanto, podemos decir que no hay acuerdo alguno y nos dirigimos a nuestras instancias a discutir los pasos siguientes’’, advirtió.

En entrevista, al final del encuentro, el subsecretario Miranda reiteró que toca al Poder Legislativo atender la solicitud de abrogación de la reforma.

‘‘El acuerdo es seguir con el diálogo; invitarlos seriamente a que el próximo lunes acudan a sus aulas de trabajo; que los niños reciban educación en cada uno de los lugares no impide ni niega ni cierra el diálogo, por el contrario, lo apertura, lo magnifica. Además, es una forma de demostrar, de ambas partes, que hemos tenido avances serios en la negociación’’, señaló.

En alusión al proceso de diálogo entre la SG y la CNTE, el cual registra al menos una decena de encuentros con los subsecretarios y tres con el titular de la dependencia, Miguel Ángel Osorio Chong, Miranda dijo que las recientes semanas ‘‘ha sido un verano sin vacaciones’’. Pero también, expresó, un lapso en el que ambas partes escucharon sus respectivas demandas.

‘‘Me parece que al final de cuentas están en la etapa de la revisión de los modelos educativos y el Poder Ejecutivo no es el autorizado para hacer modificaciones a la ley, sino para generar las condiciones de diálogo, consenso y acercamiento que permitan que en los próximos días los maestros reflexionen y asistan al inicio de clases, como lo hará la inmensa mayoría de profesores del país’’, aseguró.

La reunión fue privada y forma parte del diálogo en la denominada mesa política. Esta vez participó también el subsecretario de Derechos Humanos de esta misma dependencia, Roberto Campa Cifrián, quien informó sobre las acciones de atención a víctimas del enfrentamiento del pasado 19 de junio en Nochixtlán, Oaxaca. También se contó con la usual asistencia de integrantes de la Comisión Nacional de Mediación, encabezada por Miguel Álvarez.

Durante la marcha que partió del Zócalo, integrantes de la CNTE condenaron la ‘‘detención arbitraria’’ de los estudiantes normalistas en Michoacán.

En la movilización, los maestros denunciaron el ‘‘doble lenguaje’’ gubernamental, que por un lado declara estar abierto al diálogo, pero por otro arremete contra los normalistas detenidos en la víspera, durante un acto de protesta en que exigían plazas en el magisterio.