El Instituto Nacional Electoral ha procesado ya 110 mil trámites para expedir credenciales de elector de mexicanos residentes en el extranjero, en su mayoría requeridos desde Estados Unidos, sostuvo el consejero presidente del organismo, Lorenzo Córdova. Sin embargo, precisó que solamente en 15 mil casos los connacionales han concluido el trámite, al activar su credencial mediante Internet o correo electrónico.

Entrevistado tras su participación en el foro El voto latino en las elecciones de Estados Unidos 2016, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Córdova dijo que “una vez que reciben los ciudadanos la credencial, por motivos de seguridad –a diferencia de lo que ocurre en México, donde al retirar el documento de los módulos éste esta vigente para todos los efectos, como identificación y para fines electorales–, en el extranjero los ciudadanos tienen que activar la credencial”.

En referencia a las posturas asumidas por el candidato presidencial republicano, Donald Trump, el consejero apuntó que la exacerbación de estas pulsiones xenofóbicas que hacen énfasis en la identidad nacional a partir del distanciamiento y la diferenciación respecto de los otros, sin lugar a dudas no robustecen la recreación de la democracia y alimentan los peores experimentos y pulsiones autoritarias.

Sobre la postura que ha asumido México frente a Trump, Córdova destacó que se ha adoptado una actitud de prudencia y no injerencia en los procesos internos de otros países. Poco antes, durante el foro, señaló que los latinos representan hoy la primera minoría, con 16 por ciento de los electores; sin embargo, existen factores legales y del modelo electoral estadunidense que atenúan su impacto electoral.

Córdova refirió que en algunos estados han reformado su legislación electoral, a partir de lo cual se exige la presentación de una identificación oficial para poder ejercer el voto, lo que inhibe la participación latina en los comicios presidenciales estadunidenses. Asimismo, en otras entidades se han acotado los plazos para votar por correo, que es otro factor que reduce el potencial del sufragio latino.

A ello debe añadirse –apuntó– que la elección en Estados Unidos es indirecta, por lo que cada estado tiene determinado peso en función de la población que posee. Eso atenúa el peso del voto latino, porque es necesario hacerlo valer en la elección indirecta.