Mientras se prepara el diagnóstico sobre la crisis del Partido de la Revolución Democrática (PRD), la corriente Alternativa Democrática Nacional consideró que el partido se encuentra debilitado, y descartó que esté a punto de allegarse gobiernos con los triunfos obtenidos en las elecciones de julio pasado, en alianza con Acción Nacional (PAN), en Durango, Veracruz y Quintana Roo.

Recordó que los mandatarios electos de los dos primeros estados, José Rosas Aispuro y Miguel Ángel Yunes, fueron propuestas del PAN, mientras el de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, muestra lejanía del sol azteca.

En un análisis sobre el renacimiento del PRD, la expresión se pronunció por actuar con prudencia para unirse al PAN en las elecciones de 2017 y 2018.

Si nuestros dos objetivos estratégicos son la democratización de México y la adopción de un modelo de desarrollo que impulse el crecimiento con justicia, no puede hacerse borrón y cuenta nueva sobre el papel del PAN, puesto que es el principal aliado del PRI para mantener el programa neoliberal y las reformas estructurales privatizadoras, afirmó.

La corriente liderada por Héctor Bautista resaltó, sin embargo, que están abiertos a la discusión de propuestas a fin de fortalecer al partido y crear las condiciones necesarias para conquistar la simpatía de los votantes de izquierda y de las ciudadanías de clases medias.

El diagnóstico sobre la crisis del partido se presentará en los próximos días; mañana se instala el consejo consultivo, que se integrará con la dirigencia nacional, representantes de las corrientes, gobernadores y coordinadores parlamentarios, para definir en conjunto la ruta a seguir.

En tanto, Vladimir Aguilar, coordinador nacional de Foro Nuevo Sol, anunció acciones para anular el registro de marca que otorgó el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI) al nombre de esa expresión.

Sostuvo que Luis Manuel Arias Pallares, secretario de Planeación Estratégica del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, lo promovió de mala fe, en un acto de desesperación política, para intentar apropiarse de algo que no le corresponde.