Se estima que en México hay casi 9 millones de adolescentes de 15 a 19 años, de los cuales 90 mil no tienen instrucción alguna y poco más de 180 mil no terminaron la primaria, mientras cuatro de cada 10 han cursado estudios de secundaria. En este grupo de edad también se detectó la tasa más elevada de desempleo, con 8.6 por ciento.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid), 44.7 por ciento de los adolescentes menores de 19 años cursan o han realizado estudios de bachillerato, pero sólo 4.2 por ciento se encuentran en las aulas universitarias, mientras para el rango de 20 a 24 años se incrementa a 30 por ciento y de 25 a 29 años se reporta con 28 por ciento.

En cuanto a la situación laboral, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala que la tasa de desocupación de los jóvenes es de 7.4 por ciento, en promedio, lo que representa el doble de la estimada para la población de 15 años y más, que alcanza 4.2 por ciento.

Advierte que las personas de 15 a 29 años enfrentan el nivel más alto de desempleo. La falta de experiencia, señala, es el principal obstáculo para buscar trabajo, pues 18.2 por ciento de los jóvenes desempleados no cuentan con ella.

Asimismo, seis de cada 10 mexicanos de 15 a 29 años laboran en el sector informal, que atrae en mayor medida a quienes cuentan con la más baja escolaridad, pues 91.3 por ciento de los jóvenes ocupados con primaria incompleta se encuentran en esta situación, mientras 44.2 por ciento de egresados del bachillerato o con título universitario también tienen empleos precarios.

Los bajos salarios son algunos de los principales generadores de los empleos informales. La Enadid muestra que casi dos de cada 10 jóvenes en esta condición laboral reciben apenas un salario mínimo, 33.5 por ciento perciben de uno a dos y al menos uno de cada seis (16.4 por ciento) no recibe remuneración alguna, lo que indica que 68.1 por ciento de la población de 15 a 29 años con empleos precarios enfrenta también bajos ingresos.