El próximo debate nacional sobre la legalización de la mariguana se llevará a cabo bajo prejuicios y estigmas a los consumidores y la propia yerba. Creer que quienes la usan son peligrosos, inmorales, socialmente menos valiosos y hasta criminales, sobredimensiona los riesgos y hasta las ventajas reales, e impide una revisión sosegada, advirtió el filósofo y experto en temas de discriminación Jesús Rodríguez Zepeda.

“Piensan que el pacheco es un bueno para nada, alguien que no tiene oficio ni beneficio, pero somos personas respetables y honorables”, afirmó la sicóloga Nancy Antúnez, quien instó a otros usuarios a salir del clóset, porque sufren más escondiéndose de todos.

El pasado 9 de noviembre el presidente Enrique Peña Nieto instruyó a la Secretaría de Gobernación organizar una discusión sobre el tema. Entonces, aprovechó para manifestar su rechazo a la legalización, postura en la que insistió el 2 de diciembre, al contar que sus hijos le preguntaban si pronto podrían echarse un churro frente a él; no, no se confundan. Se abre el debate, les respondió.

Finalmente, el próximo 26 de enero iniciarán los foros en la ciudad de Cancún, para los cuales será crucial abordar los prejuicios sobre la cannabis, opinó Rodríguez Zepeda, coordinador de la maestría y doctorado en humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana campus Iztapalapa.

La yerba la suponen para grupos de baja calidad social, para quienes no van a la escuela. Es señalada de una forma que ni el alcohol ni el cigarro, que pueden tener consecuencias más graves para la salud.

Sobre los consumidores pesa una imagen cultural negativa que no puede definirse como discriminación, pues eso ocurre cuando se viola un derecho o se limita una oportunidad, explicó. Hasta ahora, consumir mariguana no es una garantía individual. Sin embargo, añadió, sí hay una histórica estigmatización.

Si consumir mariguana es ilegal, quienes lo hagan entran a un terreno de criminalidad. Por ello las familias tienen opiniones tan conservadoras.