Identificadas como una de las poblaciones más vulnerables, el grupo de personas en situación de calle registra un muy elevado número de fallecimientos. Con datos apenas en construcción e incompletos, tan sólo en 17 entidades del país se han podido documentar 320 decesos entre 2014 y octubre de este año, en los cuales 86 por ciento de ellos se encuentran en categorías de muertes excesivamente prevenibles.

Organizaciones como El Caracol, que desde hace más de 20 años trabaja con este sector, advierten una falta de políticas públicas encaminadas a atender a este grupo poblacional extremadamente vulnerable, que además es criminalizado y enfrenta frecuentemente discriminación.

En la presentación del Sistema Único de Información sobre Poblaciones Callejeras, Luis Enrique Hernández, director de la organización El Caracol, informó que de una encuesta reciente a 514 mujeres en situación de calle, 54 de ellas –casi 10 por ciento– tienen en promedio tres hijos, quienes son ubicados, regularmente, en casas hogar, con familiares de la mujer e incluso los menores permanecen con ellas y reproducen la situación de calle.

Además, señala que 70 por ciento de los cuerpos de estas personas, que en su mayoría no son reclamados cuando fallecen, se destinan a las escuelas de medicina, entre ellas la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional y el resto se van a la fosa común.

Sin embargo, citó que de acuerdo con su experiencia, una de las principales preocupaciones que tienen estas personas es que sus cuerpos vayan al final de sus días a la fosa común, pues ahí, según relata, terminan por perder su identidad. Durante la presentación, que forma parte de la campaña Chiras pelas, calacas flacas, con las cuales se documenta los decesos de la población de calle, el activista destacó que la esperanza de vida de quienes integran este sector de la población es de apenas 30 años, cuando la media nacional en este rubro es de 75 años.

Durante 2015 se han registrado 106 decesos de personas en situación de calle, con un alto porcentaje por accidente de tránsito o atropellamiento.

Pero por medio de solicitudes información pública, los siete albergues dependientes de la Secretaría de Desarrollo Social del Distrito Federal reportaron 214 muertes entre 2014 y el primer trimestre del presente año, de personas que eran atendidas de manera regular en dichos centros.

Señaló que es preocupante que 86 por ciento del total de las muertes sean consideradas excesivamente prevenibles, concepto que utiliza la Organización Mundial de la Salud cuando a pesar de que se cuenta con tecnología médica y de prevención ocurre el deceso.

En nombre de las organizaciones, solicitó al gobierno federal y de la capital del país que se impulse el trabajo de calle o trabajo de proximidad por medios de educadores de calles.