Guatemala.

Los tambores callaron ayer después de sonar fuerte durante cuatro meses en protestas ciudadanas en Guatemala para dar paso a un funeral simbólico frente al Palacio Nacional, que tenía el fin de enterrar el sistema político y protestar contra la farsa de los comicios de este domingo, luego de que Otto Pérez Molina se vio obligado a renunciar a la presidencia para ser investigado por la justicia, acusado de liderar una red de defraudación a la Superintendencia de Administración Tributaria.

Un ataúd de madera color café fue cargado por manifestantes en calles del centro histórico de esta capital. La lúgubre marcha, dijeron los organizadores, es un sepelio electoral ante las elecciones que nacieron muertas por no augurar cambios de fondo en el país.

Una lápida pintada dio cuenta del sentimiento de los manifestantes: RIP. Aquí yacen el sistema, los símbolos y los personajes políticos traicioneros, sucios y perversos de Guatemala.

Esto apenas empieza a restaurar el tejido social. Hemos logrado juntarnos con (indígenas) ixiles, xinkas, campesinos, mujeres, todos los sectores e ideologías para decir basta de corrupción y ya logramos la renuncia (de Pérez), expresó Isabel Juárez, del colectivo Otra Guatemala Ya, que desde abril participa de las protestas semanales.

Pérez Molina es investigado por el caso La Línea, esquema de defraudación aduanera que consistía en el cobro de comisiones a empresarios para permitirles evadir impuestos, por el que también fue obligada a renunciar la ex vicepresidenta Roxana Baldetti, quien se encuentra en prisión. Para el abogado alemán Michael Morth, uno de los artífice de la investigación de la red de corrupción, adelantada por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), junto con la fiscalía, esto no es más que la punta del iceberg, porque el país entero es una cloaca de corrupción.

Morth sostuvo que la comisión, creada por mandato de la Organización de Naciones Unidas (ONU) desde 2006, es un ejemplo para América Latina. No tengo ni la menor duda de que una Cicig sería muy útil en México y Honduras, por ejemplo, pero es muy difícil hacerlo si la élite política no lo quiere y apoya.

En declaraciones a la agencia rusa Sputnik, se refirió también al proceso que se siguió al ex dictador Efraín Ríos Montt. Indicó que las élites militares, políticas y económicas cerraron filas cuando se vieron amenazadas y decidieron interrumpirlo. En ese momento, en 2013, la Corte Constitucional decidió anular la condena, fallo que para nosotros es fraudulento.

En ese entonces, añadió, Alejandro Maldonado, actual presidente provisional, fue magistrado de la Corte Constitucional, y por eso no tiene ninguna credibilidad para nosotros.

Sobre el tema, el diputado opositor Amílcar Pop reveló en Facebook que los abogados que defendieron a Ríos Montt y a su jefe de inteligencia Mauricio Rodríguez Sánchez por el delito de genocidio son los mismos a quienes recurrió Pérez Molina para que lo defiendan en su actual proceso.

De 14 candidatos postulados para la presidencia, tres aparecen con opciones de ir a una segunda vuelta el 25 de octubre si ninguno alcanza al menos 50 por ciento de votos.

Las encuestas más recientes dan como favorito al comediante Jimmy Morales, del derechista Frente de Convergencia, quien subió en las preferencias del electorado al capitalizar el descontento por la corrupción.

Le siguen el empresario de derecha Manuel Baldizón, del partido Libertad Democrática Renovada, y la esposa del ex presidente Álvaro Colom (2003-2011), Sandra Torres, de la socialdemócrata Unión Nacional de la Esperanza.