Tras revocar la reserva de 12 años decretada por la Procuraduría General de la República (PGR), el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (Inai) ordenó a la dependencia federal entregar versiones públicas de las averiguaciones previas en que se involucra al ex presidente Luis Echeverría Álvarez con la matanza del 2 de octubre de 1968 y la represión del 10 de junio de 1971.

El Inai argumentó que no es procedente la reserva porque se trata del delito de genocidio, que implica violación grave a derechos humanos.

Ximena Puente, comisionada presidenta del Inai, sostuvo que la divulgación de esos datos permite a la sociedad conocer la verdad histórica de los hechos acontecidos en 1968 y 1971, toda vez que reservar la información podría generar un daño mayor. La reserva se ve superada por el interés de la sociedad por conocer la información que se genera con motivo de investigaciones de los referidos hechos. La publicación de las versiones públicas de las averiguaciones previas permite a la sociedad conocer la verdad de lo ocurrido, con el fin de evitar que estos hechos vuelvan a suceder.

En el caso de Echeverría Álvarez la información se refiere a las investigaciones que en su momento realizó la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado. Puente destacó que el delito que se imputa al ex presidente hace que la solicitud se encuentre bajo el supuesto de que no podrá invocarse el carácter de reservado cuando se trate de la investigación de violaciones graves de derechos fundamentales o delitos de lesa humanidad.

El comisionado Joel Salas señaló que ya no es posible continuar con la denegación sistémica del “derecho a la verdad. La justicia y la reparación del daño de las víctimas de desaparición forzada, tanto durante la guerra sucia, como los que se han multiplicado sensiblemente ante la creciente violencia que vive el país, obliga a que de manera activa la ciudadanía establezca un control ciudadano de las instituciones de seguridad y la rendición de cuentas a través del derecho a la verdad”.

Por su parte, el comisionado Óscar Guerra destacó la necesidad de conocer el pasado para explicar el futuro. Es evidente que todavía quedan muchas incógnitas sobre lo sucedido en estos lamentables acontecimientos de 1968 que, como paradoja de la historia, son lamentables pero en la perspectiva histórica sembraron una semilla de democracia.