De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial, hay casos exitosos de alerta temprana. Se trata de casos como Hong Kong, donde desde 1992 se utiliza un sistema sobre temporales por colores que consiste en tres niveles: ámbar, rojo y negro, para indicar desde lluvias intensas hasta peligrosas, que pueden causar importantes perjuicios. Cuando se llega a una señal roja, se considera que las condiciones de las carreteras no son adecuadas y hay medidas de respuesta, como que los niños se deban quedar en los colegios o en sus casas.

En Estados Unidos, el servicio meteorológico nacional apoya a organizaciones de control de incendios forestales y otros organismos de gestión de emergencias, con meteorólogos de incidentes especialmente formados. Se trata de predictores voluntarios que trabajan en numerosas oficinas de meteorología del país. Están formados para trabajar en la función de apoyo a la gestión de emergencias.

Han apoyado en los trabajos de recuperación del transbordador espacial Columbia y en el huracán Katrina en 2005.

En Europa hay un Programa de Información Meteorológica Multiservicio, que proporciona un sistema de datos accesibles al público en general para facilitar la información en la materia sobre los peligros esperados en las próximas 24 horas.