Londres.

El Partido Laborista británico comenzó ayer el proceso electoral que consagrará a su próximo presidente y el sorpresivo favorito en las encuestas es Jeremy Corbyn, del ala izquierda del partido. Él está en contra de las medidas de austeridad y en favor de la estatización de fábricas y de que Reino Unido destruya sus armas nucleares.

Los candidatos que compiten con él son Andy Burnham, Liz Kendall e Yvette Cooper. Estos tres son más cercanos al programa económico liberal iniciado por el ex primer ministro Tony Blair con el nombre de New Labour.

Blair advirtió que una victoria del rebelde del ala izquierda del partido resultaría letal para los socialdemócratas británicos.

El proceso de elección durará cuatro semanas y el 12 de septiembre se anunciará el resultado. La elección debió realizarse luego de que el ex presidente del partido Ed Miliband renunciara tras su derrota estrepitosa en las elecciones de mayo frente al candidato conservador, el actual primer ministro David Cameron.

Antes de que comenzara el proceso electoral, algunos miembros del Partido Laborista habían solicitado que se aplazaran los comicios, porque en el círculo de apoyo se había colado gente de otros partidos que pretendía dañar el laborismo con su comportamiento.