Las mujeres son las responsables de más de la mitad de la producción de alimentos en América Latina y el Caribe pero siguen afrontando la desigualdad social y política, asentó la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en un informe sobre la situación de las mujeres rurales.

Aunque las mujeres rurales de la región desempeñan un papel fundamental en la erradicación del hambre, preservando la biodiversidad, conservando semillas y recuperando prácticas agroecológicas para la producción de alimentos saludables, sólo 18 por ciento de las explotaciones agrícolas son manejadas por mujeres, expuso el organismo internacional.

Las mujeres rurales reciben 10 por ciento de los créditos y 5 por ciento de la asistencia técnica, lo cual limita la igualdad de género y el empoderamiento de ellas como condición necesaria para erradicar la pobreza y el hambre en la región.

En América Latina 40 por ciento de las mujeres rurales mayores de 15 años no tienen ingresos; sin embargo, trabajan diariamente en actividades agrícolas.

También en términos de la propiedad de la tierra están en desventaja frente a los hombres.

Bajo porcentaje de propietarias de la tierra: 32 en México

El porcentaje de propietarias mujeres en México es de 32; en Paraguay de 27; en Nicaragua de 20, y en Honduras de 14.

De tener acceso a un mayor control de la tierra, aumentaría el impacto en la seguridad alimentaria y nutricional de la región, pues hay un enorme potencial por desarrollar, agregó la FAO.

De acuerdo con el estudio, Brasil, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y Bolivia han introducido medidas inclusivas para garantizar la propiedad de la tierra por las mujeres.

En Nicaragua, Venezuela y Paraguay se ha garantizado el acceso de las jefas de hogar a las legislaciones agrarias. No obstante, persisten importantes brechas en la tenencia de la tierra como parte de los derechos de las mujeres rurales, destacó.

Para una erradicación rápida y sustentable del hambre en la región latinoamericana y el Caribe, puntualizó la FAO, los gobiernos y la sociedad deben reconocer los múltiples aportes que hacen las mujeres rurales como productoras, propietarias y tomadoras de decisiones, removiendo los obstáculos que persisten en detrimento de su condición social, económica y jurídica.