La segunda licitación de la ronda uno debe ser más atractiva para los inversionistas debido a que son campos en los que está comprobado que existen hidrocarburos y se trata de contratos de extracción –a diferencia de los subastados a mediados de julio, que eran para exploración–, señaló el presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), Juan Carlos Zepeda.

Detalló que a la fecha hay 22 empresas en proceso de precalificación, y destacó que al momento de presentar sus ofertas los interesados deben tener presente que los ganadores serán quienes ofrezcan el mayor porcentaje de participación al Estado mexicano.

Por sus características originales “las empresas pudieran tener más interés en la segunda convocatoria de la ronda uno que en la primera”, incluso entre la industria petrolera mundial, consideró el funcionario en entrevista radiofónica. La primera licitación de la ronda uno abarcaba 14 contratos, pero para exploración, y sólo lograron colocarse dos.

De las cinco áreas contractuales a licitarse el 30 de septiembre la que tiene mayor cantidad de reservas probadas es la compuesta por los campos Amoca-Mitzón-Tecoalli, con 62 millones de barriles de crudo equivalente.

En lo individual, el campo más rico en reservas probadas es Pokoch, con 30.2 millones de barriles, de acuerdo con información de la CNH.

Zepeda consideró que hacer más flexibles las reglas para participar en la segunda convocatoria de la ronda uno no significa que se vayan a regalar los hidrocarburos, porque la Secretaría de Hacienda fijará un piso mínimo de lo que el Estado mexicano espera recibir por cada uno de los cinco contratos a concursar.

Explicó que en la primera licitación, aunque cuantitativamente parece poco que se hayan adjudicado sólo dos de los 14 contratos, cualitativamente los dos contratos le representarán al gobierno recibir arriba de 80 por ciento de la participación del contratista.

De acuerdo con los resultados de la primera licitación de la ronda uno, con 14 contratos para exploración, el gobierno esperaba obtener 14 mil millones de dólares; sin embargo, el resultado fue de 2 mil 600 millones de dólares.

Juan Carlos Zepeda reiteró que la versión definitiva de las bases de licitación y el contrato de esta nueva licitación se publicarán el 25 de agosto, y el 30 de septiembre se presentarán y abrirán las propuestas.

Por lo pronto, de 36 empresas que manifestaron interés por participar en la segunda convocatoria, 22 ya entregaron los documentos para ser precalificadas, y de las que sean aceptadas en el concurso habrá que ver cuántas presentan ofertas por las cinco áreas contractuales, que abarcan nueve campos para extracción en aguas someras.

En total, los cinco contratos abarcan 280.9 kilómetros cuadrados: los nueve campos que los integran se encuentran en el Golfo de México. El contrato que mayor superficie comprende es el integrado por los campos Amoca-Mitzón-Tecoalli, con 67.2 kilómetros cuadrados, y a su vez es el que más reservas probadas contiene, con 62.84 millones de barriles.

El segundo contrato de mayor extensión es el integrado por el campo Xulum, con 58.8 kilómetros cuadrados, y conforme a la información contenida en las bases de licitación tiene cero reservas probadas, pero contiene 17.71 millones de barriles en reservas probables, y 97.26 millones de reservas posibles, lo que significa que es crudo comercialmente recuperable, pero con más trabajo e inversión que en el caso de las probadas.

El contrato integrado por los campos Ichalkil y Pokoch es el tercero en extensión, con 50 kilómetros cuadrados, y sus reservas probadas se estiman en 41.44 millones de barriles .

En cuarto lugar, con 54.1 kilómetros cuadrados, figura el área conformada por los campos Misón y Nak, que tienen 17.74 millones de barriles de reservas probadas, y el de menor tamaño, con 42 kilómetros cuadrados, es el compuesto sólo por el campo Hokchi, con 42 kilómetros de superficie y 21.31 millones de barriles en reservas probadas de crudo.