Jerusalén.

En medio de nuevos enfrentamientos entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes por el asesinato de un bebé palestino cuya casa fue incendiada en la reocupada Cisjordania, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, prometió este domingo una política de tolerancia cero ante lo que calificó de crímenes de odio en el país.

En este contexto falleció Shira Banki, una joven de 16 años apuñalada el jueves pasado por un judío ultraortodoxo durante el desfile por el orgullo gay, en Jerusalén. Cientos de personas se volcaron a las calles en varias ciudades israelíes para celebrar vigilias en favor de la paz.

La jornada dominical fue la tercera consecutiva de protestas contra el ataque de extremistas judíos con bombas molotov, en el que el viernes pasado Alí Dawabcheh, de 18 meses de edad, murió calcinado y sus padres y hermano de cuatro años quedaron gravemente heridos en la localidad cisjordana de Duma.

Manifestantes palestinos y fuerzas de seguridad israelíes se enfrentaron en la Explanada de las Mezquitas, aquí en Jerusalén, y la situación se calmó por la tarde. También hubo movilizaciones en la franja de Gaza y Cisjordania.

Durante los últimos días hemos sido testigos de crímenes despreciables, señaló a su gabinete Netanyahu, quien se comprometió a llevar a los responsables ante la justicia, en momentos en que su ministro de Defensa, Moshé Yaalon, autorizó la detención administrativa de judíos, procedimiento judicial empleado hasta ahora exclusivamente contra palestinos, que permite encarcelar sin inculpación ni juicio a sospechosos por periodos de seis meses renovables indefinidamente.

El presidente palestino Mahmoud Abbas, insistió en que los ataques de extremistas judíos a palestinos o árabes israelíes, así como a sus lugares de culto, son el resultado directo de la política de colonización de Israel, que ha llevado a la instalación de 400 mil colonos en Cisjordania y otros 200 mil en Jerusalén este, ocupada y anexionada.

Abbas advirtió a Israel: Nuestra política de mantener nuestras manos extendidas a la paz seguirá adelante, pero si Israel no cambia su política, nuestra posición naturalmente será diferente.

Un día antes del asesinato del bebé palestino, un judío ultraortodoxo, que había purgado pena de cárcel por apuñalar a homosexuales en 2005, atacó a cuhilladas a seis participantes del desfile del orgullo gay en Jerusalén, entre ellas la joven fallecida este domingo.

De inmediato, cientos de personas realizaron vigilias por la paz en varias ciudades israelíes. El sábado, miles más lo hicieron en Tel Aviv, Jerusalén y Jaifa para protestar por el ataque en Cisjordania y contra la comunidad homosexual.

El presidente israelí, Reuven Rivlin, participó en la concentración del sábado en Jerusalén, donde expresó que el radicalismo judío está causando estragos en la sociedad israelí y dijo sentir vergüenza.