En unas semanas no habrá más sitios de acogida: condado de Kent
Lunes 3 de agosto de 2015, p. 22
Dover.
Para los cientos de migrantes que consiguen llegar a Reino Unido tras una caótica y peligrosa travesía por el Canal de la Mancha, la búsqueda del tan ansiado Eldorado acaba a menudo con sabor amargo, en el centro de internamiento de Dover.
Esa antigua ciudadela, rodeada de una fosa y altas barreras erizadas de alambres de púas y cámaras de vigilancia, domina el puerto. El edificio, que parece mucho una cárcel, acoge a 316 hombres que esperan que se estudie su petición de asilo o que ya recibieron una respuesta negativa. Las llegadas y salidas cotidianas se mantienen en secreto. Hay cada vez más menores entre esos migrantes, que llegan disimulados en los ferrys o en los trenes que cruzan el eurotúnel, lo cual preocupa a las autoridades locales desbordadas.
Ya no tendremos sitios de acogida en las próximas semanas si no se reduce el número de llegadas
, declara Paul Carter, jefe del consejo del condado de Kent, que pide ayuda al gobierno para afrontar ese flujo de migrantes.
El número de demandantes de asilo menores de edad se duplicó en los últimos tres meses hasta los 605, lo que generó gastos adicionales por unos 5.5 millones de libras (8.59 millones de dólares) para el condado.
La asociación Compass Fostering, que se encarga de encontrar alojamiento para esos jóvenes que no pueden ser acogidos en el centro de internamiento, afirma que su número se multiplicó por cinco en un año.
Las autoridades no dan más cifras al respecto, pero una fuente conocedora de esa cuestión aseguró a Afp que más de 100
migrantes fueron detenidos, a principios de semana, tras llegar a Inglaterra a bordo de trenes de mercancías. En tiempos normales, las entradas en el centro de retención van de cero a un puñado
, según esa misma fuente. En los últimos días, fueron miles los intentos de los migrantes por cruzar ilegalmente a Reino Unido desde Francia.
Un fotógrafo de Afp pudo ver, en las primeras horas del viernes, a dos migrantes agarrados del techo de un camión que abandonaban la terminal del eurotúnel en Folkestone. Muchos prefieren evitar pedir asilo y permanecer en la clandestinidad. Los que solicitan asilo o el estatuto de refugiado enfrontan largos periodos de internamiento, el tiempo que se estudie su caso. Y muchos serán expulsados a sus países de origen o hacia el país europeo del cual llegaron.
Casi todas esas personas están traumatizadas
, afirma Raga Gibreel, que ayuda a sus compatriotas de Sudán o de Sudán del Sur. Llegan a un país con cultura y lengua distintas y pierden amigos y/o familiares en el Mediterráneo
, dice.
La asociación Kent Refugee Help asiste a los migrantes del centro de internamiento de Dover ayudándolos, entre otras cosas, a encontrar abogados que les representen. Pete Keenan, miembro de la asociación, opina que el sistema británico persigue
a los demandantes de asilo al multiplicar los obstáculos administrativos.