Los obispos de Oaxaca propusieron que en dicha entidad se conforme un consejo ciudadano que sea el responsable de cuidar que los involucrados en la educación pública cumplan con su cometido, y en caso de deficiencias o conflictos, exija una pronta solución, cuidando el bien común de la sociedad.

Sin referirse directamente a la transformación del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (Ieepo), los prelados destacaron que es “deber y tarea de los gobiernos federal y estatal asegurar los apoyos necesarios, la infraestructura, organización y debida gestión para que se garantice la educación de calidad en Oaxaca.

“La organización de la estructura para la educación –añadieron– debe tomar en cuenta a los padres de familia, a los maestros y a los organismos de la sociedad con conocimiento en dicho ámbito.”

En un comunicado de cinco puntos, los obispos de las diócesis de Antequera, de Puerto Escondido, de Tehuantepec y de Tuxtepec, así como de las prelaturas de Huautla y de la zona mixe, expusieron que los maestros son irremplazables en la tarea de educación, pero también es responsabilidad de los padres de familia dotar del cimiento y las herramientas a los menores de edad para su desarrollo integral.

Los maestros, puntualizaron, tienen derecho a una remuneración digna y justa, así como a estímulos para quienes destaquen en el cumplimiento de su misión, ya que la actividad que desempeñan no es un trabajo cualquiera, sino una vocación que conlleva una gran responsabilidad.

Los obispos se comprometieron a promover la unidad, la responsabilidad y el diálogo entre los maestros, padres de familia, el gobierno estatal y la sociedad en este momento al que calificaron de histórico. Exhortaron a todos a sanar heridas y resentimientos; terminar con divisiones y prejuicios, y a desalentar cualquier foco de riesgo de división o de violencia en las comunidades y las familias.

Expusieron que los niños tienen derecho a recibir una educación de calidad, ya que es el motor de desarrollo integral y de realización de las personas.

Advirtieron que una educación deficiente y sin el cimiento de los valores encadena a las personas al subdesarrollo, a una vida con carencias, a la manipulación, la pobreza y falta de libertad.

La educación escolarizada de calidad, agregaron, complementa el esfuerzo de los padres; ambos factores, abundaron, forjan la identidad, el sentido de pertenencia, el aprecio a la vida y los valores y virtudes humanas fundamentales.

Pidieron a todos los sectores de la sociedad oaxaqueña impulsar y fortalecer la educación no escolarizada a través de la música, del arte, del teatro, del deporte, de eventos que cultiven el servicio y trabajo de conjunto, el respeto, la convivencia y la unidad de las comunidades.