Atenas.

Los negociadores de los acreedores de Grecia, la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), comenzaron a llegar el lunes a Atenas para discutir los términos de un tercer programa de financiamiento por 86 mil millones de euros y de inmediato pidieron más reformas al gobierno del primer ministro, Alexis Tsipras, como requisito para iniciar la entrega de fondos en agosto.

El comienzo de las negociaciones se ha convertido en un nuevo tema de tensión y controversia entre las partes involucradas. En un principio se esperaba la llegada de los negociadores para el viernes pasado, pero se retrasó el arribo y hasta el jueves se espera la presencia de los funcionarios del más alto nivel.

Las principales bolsas europeas registraron bajas este lunes, ante el temor de que la demora sea indicativo de nuevas dificultades.

El trabajo ha comenzado, lo que significa que las instituciones ya están conversando con las autoridades griegas, afirmó en Bruselas un portavoz de la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la UE.

Grecia intenta concluir las negociaciones con sus acreedores el 18 de agosto, dos días antes de que deba devolver 3 mil 200 millones de euros al Banco Central Europeo.

Nosotros esperamos más reformas de las autoridades griegas para que se puedan desembolsar rápidamente los fondos, y esto es justamente el tema de las conversaciones en Atenas, dijo el vocero de la Comisión Europea.

Las negociaciones comenzaron en medio de una polémica sobre supuestos planes de los ex ministros de Energía, Panagiotis Lafazanis, y de Finanzas, Yanis Varoufakis, tendientes a la preparación de un retorno al dracma, una vez que Grecia abandonara las negociaciones con la UE y dejara de compartir el euro.

Varoufakis negó la versión, pero los partidos de oposición demandaron en el Parlamento explicaciones sobre el caso. El gobierno informó que el tema no fue abordado en las pláticas.