Del total de agua que se distribuye en el Distrito Federal, 88 por ciento es de buena calidad, 6 por ciento no cumple con las especificaciones, pero se puede ingerir, y el restante 6 por ciento no es potable, detalló el director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), Ramón Aguirre Díaz, antes de realizar un recorrido por algunos de los 230 bebederos que instaló el Gobierno de la ciudad de México en espacios públicos de las 16 delegaciones.

Calculó que alrededor de un millón de habitantes, un 12 por ciento, no recibe líquido de buena calidad, en especial en las delegaciones Iztapalapa y Tláhuac. Hecho que, remarcó Aguirre Díaz, no minimizo, pero sí hago notar que la gran mayoría de la ciudad sí tiene agua de calidad potable.

En conferencia de prensa, el titular del Sacmex abundó que se efectuó un análisis minucioso de cada zona para garantizar la calidad del agua. Los bebederos que instalamos no tienen filtros, toman el líquido directamente de las tuberías, ya que éste cumple con la norma.

Precisó que el agua que se distribuye es sometida a 49 pruebas de laboratorio, las cuales avalan que es apta para el consumo humano. Indicó el problema se origina en muchos casos al llegar a los hogares, ya que se guarda en cisternas o tinacos que no siempre cumplen con las medidas de higiene necesarias y pueden contaminar el líquido.

Nosotros damos agua que está con niveles de cloración controlados y que por lo tanto podemos garantizar que es de buena calidad, remarcó.

El subdirector de Control de Calidad del Agua del Sacmex, Luis Arturo Correa, amplió que se comparó la calidad de líquido que han recibido todas las colonias desde 2000 a 2014 para seleccionar cada uno de los puntos en los que se instaló un bebedero. Damos fe de que su calidad cumple con los parámetros requeridos, puesto que ésta no puede variar de un día a otro, sin que exista un elemento externo que la pueda modificar, expuso.

Las delegaciones serán las responsables de mantener en buenas condiciones los 230 bebederos instalados en la capitalFoto Guillermo Sologuren

En tanto, Alejandro Martínez Pérez, director ejecutivo de Operación del sistema, enfatizó: No es necesario comprar agua de botella.

A partir de la próxima semana las delegaciones se harán cargo de mantener en buenas condiciones de higiene los bebederos, mientras esto ocurre el Sacmex es responsable de ello.

Ramón Aguirre advirtió que el gran enemigo a vencer son las fugas y recordó que más de 40 por ciento del abasto se pierde por las malas condiciones en que se encuentran las tuberías, lo cual obliga a disminuir el suministro hasta en 60 por ciento durante la tarde y noche.

A una ciudad como ésta debería alcanzarle con unos 26 milímetros cúbicos por segundo, pero estamos trayendo 30.5. El problema es que se pierde tanta agua en fugas que no alcanzamos a distribuirla entre toda la población y los horarios se están restringiendo, señaló Aguirre Díaz.

Indicó que las delegaciones más afectadas por fugas son: Tlalpan y Coyoacán –por la situación del subsuelo–, y Cuauhtémoc, Benito Juárez y Miguel Hidalgo –debido a la antigüedad de la red que llega a superar los 70 años.

Anticipó que se elabora en coordinación con la Comisión Nacional del Agua y los bancos Nacional de Obras y Servicios y el Mundial un proyecto a siete años para el control de fugas, que requería de un presupuesto anual de cerca de mil millones de pesos. Estaríamos hablando en total de 7 mil millones de pesos.

En otro tema, Aguirre Díaz aseveró que el riesgo de inundaciones ocasionadas por las lluvias ha disminuido entre 60 y 65 por ciento, debido a las obras de infraestructura que se han realizado en los años recientes, no obstante, admitió que pueden presentarse todavía algunos problemas, como el de hace una semana en Indios Verdes, cuando se registra una precipitación pluvial que supera los 30 milímetros.