El Sindicato Nacional de Mineros que encabeza Napoleón Gómez Urrutia se deslindó del asalto que tuvo lugar la madrugada de ayer en las oficinas del grupo que encabeza Carlos Pavón Campos y rechazó las versiones que dio este último, respecto de que gente afín al líder minero que se encuentra en Vancouver, Canadá, habría realizado tales acciones.

Pavón Campos, quien perteneció al comité de Gómez Urrutia, se salió del sindicato minero y creó su propio gremio, e incluso ha disputado en tribunales la titularidad de diversos contratos colectivos, lo que ha creado discrepancias entre las dos partes.

Por ello, ante la noticia del referido asalto, el sindicato minero sostuvo que pudo tratarse de una autoprovocación del grupo de Pavón, y responsabilizó a este sector traidor y a la empresa Peñoles, de Raúl Bailleres, de cualquier conflicto derivado de dicha situación.

Aseguró que si se comprueba que el asalto no fue perpetrado por gente afín al gremio que encabeza Gómez Urrutia, entonces nosotros iremos judicialmente contra Pavón, pues parece que se trató de un autoatentado de sus mismos seguidores y de la empresa Peñoles, que los cobija, para incriminarnos.

Esto es porque, indicó, el sindicato minero no usa métodos violentos para sus propósitos, pues actúa en vías de la legalidad y así es como ha ganado las disputas que ha enfrentado.

Al dar a conocer un posicionamiento sobre este asalto, esta organización sostuvo que la totalidad de las secciones sindicales que la integran se han pronunciado en deslindarse de los hechos que se cometieron contra las instalaciones del grupo de Pavón y han manifestado que se trata de una provocación, una más de las instrumentadas por dicho sujeto, pero anticipan que no les rendirá los resultados que esperan.

También exigió que las autoridades investiguen sin demora y a fondo los hechos y apliquen el castigo correspondiente a los autores reales. Esto es porque, refirió, llama la atención que estos hechos tienen todos los tintes de un autoasalto.

Una de las disputas que tienen el sindicato minero y el grupo de Pavón es por la titularidad de la sección 64 de Fresnillo, Zacatecas. El gremio que dirige Gómez Urrutia señala al respecto que los trabajadores de la misma siguen perteneciendo a su organización, y que se debe respetar el derecho que tienen estos mineros de integrarse al sindicato que desean, según marca la Ley Federal del Trabajo y el Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo.

Destacó que ni los supuestos líderes provocadores del grupo de Pavón ni la empresa Peñoles son los que decidirán a cuál sindicato habrán de pertenecer los miembros de la sección 64, cuya titularidad del contrato colectivo está sometida a confrontación legal.