La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) ayer bajó la cortina de sus instalaciones en el ciudad de México y el personal se retiró. Esa fue la respuesta que dio a los integrantes de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) que por segundo día sostuvieron un plantón en las oficinas principales y en las delegaciones de nueve estados, en demanda de apoyos por 51 millones de pesos para 200 proyectos agrícolas, pecuarios y de transformación.

Álvaro López Ríos, dirigente de la UNTA, comentó que la Secretaría de Gobernación y el gobierno capitalino intervinieron para que la directora de la CDI, Nuvia Mayorga, recibiera a los manifestantes este jueves, pues la reunión la pospuso para el día 20. Afirmó que los plantones en la ciudad de México y en los estados –en los que participan en promedio 300 personas en cada entidad– se mantendrán. No se trata de una competencia de resistencia, es una exigencia legítima.

Dijo que hay disposición al diálogo, pero no al engaño, pues los delegados de la CDI en Sinaloa y San Luis Potosí empezaron a entregar algunos recursos para que la gente se retirara; en el estado de México se les dijo que la dirigencia nacional ya había firmado acuerdos.

Los integrantes de la UNTA continúan las protestas en Chiapas, Guerrero, Oaxaca, estado de México, Hidalgo, San Luis Potosí, Sinaloa y Veracruz.

Jonathan Rufino Huerta, dirigente de la UNTA en la ciudad de México, comentó que la mañana de ayer empleados de la CDI se presentaron a trabajar, pero las autoridades determinaron no abrir las instalaciones. Nosotros no intervenimos en la decisión, esta es una protesta pacífica, asentó.