Los consejeros electorales exhibieron ayer de nueva cuenta sus pugnas internas. José Roberto Ruiz Saldaña acusó a su colega Javier Santiago de recibir una retribución al ser nombrado presidente de la Comisión Temporal de Modernización Institucional.

Requirió menos de un minuto en la sesión del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) para recordar que Javier Santiago y los otros consejeros incumplieron el acuerdo de rotar la integración total de la Comisión de Vinculación con los Organismos Públicos Locales Electorales (Oples). Y señaló que el nuevo nombramiento refleja los desequilibrios que hay entre los integrantes del organismo.

El aludido dijo tener flojera de contestar, pero reviró: No vine por mi tajada de poder ni a tomar mi responsabilidad como una beca de nueve años. No dio nombres, pero quedó claro que se refería a Ruiz Saldaña, quien será consejero durante ese tiempo, mientras Santiago sólo por un trienio, que concluye en 2016.

Confesó que en algún momento él y Ruiz Saldaña coincidieron en la necesidad del cambio en vinculación con Oples después de un año, pero luego le hizo ver en privado que esto sería complicado, porque la ley plantea la permanencia de las comisiones durante tres años. En congruencia con esa opinión voté.

Lorenzo Córdova, consejero presidente, iba a dar paso al siguiente tema cuando Ruiz Saldaña levantó la mano para contestarle a su compañero, mientras se escucharon expresiones de sorpresa.

“Me parece que no es conveniente una discusión, pero sí es necesario responder a los dichos. Se ha cuestionado mi postura por el consejero Santiago.

Si algo ha estado más presente en los desempeños de los consejeros y que lastima una institución es cambiar de votos en plena sesión del consejo o en las reuniones.

Córdova estaba listo para pasar al próximo punto cuando Marco Antonio Baños pidió la palabra para reconocer las cualidades profesionales de Santiago –cuya esposa, Sandra Yañez, es asesora de Baños– para encabezar la nueva comisión de modernización.

Una cosa es venir a trabajar y otra es llegar a sentarse. No sé qué será más metalegal, ¿si eso de venir a sentarse sin aportar mucho o venir a decir cosas para que la prensa las reproduzca?, preguntó.

Con ello se revivió el debate de la semana pasada cuando Ruiz Saldaña denunció que Baños ejerce funciones metalegales al conformar el G-5, como llamó a un bloque de cinco consejeros que –afirma– impone decisiones mientras el resto se niega a ejercer un contrapeso.