En medio de un nuevo repunte en el flujo de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos, los titulares de las secretarías de Gobernación (SG) y de Relaciones Exteriores (SRE), Miguel Ángel Osorio Chong y José Antonio Meade, subrayaron la necesidad de garantizar la seguridad y los derechos humanos de los extranjeros en México.

Hoy se reconoce que la migración forma parte de la naturaleza humana; que existe un deseo intrínsico del ser humano de migrar para mejorar. La migración tiene un rostro humano que las políticas públicas deben atender, dijo el canciller.

Funcionarios federales se reunieron ayer con obispos de la Iglesia católica, encabezados por el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Eugenio Lira Rugarcía. Al encuentro, realizado en el ex convento de la Santa Cruz, en Tlatelolco, asistieron el nuncio apostólico, Christophe Pierre, y el responsable de la Dimensión Episcopal de Pastoral de la Movilidad Humana, Guillermo Ortiz Mondragón.

El gobierno mexicano reconoció la labor humanista de la Iglesia católica en México, según el reporte oficial de la cita.

A iniciativa del canciller, se analizó el problema que circunda al fenómeno migratorio como la trata de personas, violencia y un alto número de niños y jóvenes que emprenden el recorrido en situación de alta vulnerabilidad.

Miles de menores de edad, la mayoría procedentes de países centroamericanos, viajan solos rumbo al norte. En el primer cuatrimestre del año fueron enviados a sus países de origen 7 mil 392 menores de 18 años, la mitad de los cuales emprendieron el viaje sin la compañía de un familiar adulto.

En especial, en la frontera sur grupos civiles y religiosos (encabezados por sacerdotes católicos) dirigen albergues donde atienden a personas en situación vulnerable, muchos de ellos extranjeros víctimas del crimen.

De enero a abril de este año fueron presentadas ante el Instituto Nacional de Migración 62 mil 274 personas; en marzo hubo un nivel sin precedente en casi una década, al registrarse, tan sólo ese mes, 16 mil 959 mil indocumentados. De los poco más de 62 mil presentados, México repatrió a 52 mil 932.

La mayoría (52 mil 50) son migrantes procedentes de países de Centroamérica, casi la mitad de nacionalidad guatemalteca, y 17 mil 915 hondureños.

Los interlocutores se comprometieron a revisar conjuntamente los programas y protocolos de atención a migrantes, así como la capacitación de los agentes migratorios.

La reunión fue privada y se prolongó dos horas; ahí, según un comunicado conjunto de Gobernación y la cancillería, se tomó el acuerdo de fortalecer la participación ciudadana, incluido el sector privado, para atender a los paisanos repatriados por Estados Unidos.

Los funcionarios dijeron que la política migratoria del país se centra en la protección y respeto a los derechos humanos.