Jueves 25 de junio de 2015, p. 24
Bruselas. Entre las principales exigencias de los acreedores para que haya un acuerdo, según un documento publicado en la edición online del diario Wall Street Journal, están los objetivos fiscales en los que Grecia debería adoptar una ley de presupuestos complementaria para el resto del año, y diseñar una estrategia de mediano plazo para 2016-18 que considere: uno por ciento del producto interno bruto (PIB) de superávit primario en 2015; 2 por ciento en 2016; 3 en 2017 y 3.5 por ciento del PIB de superávit en 2018. En este punto parece haber un acuerdo.
Sobre las pensiones deberá aplicar completamente las reformas a las pensiones de 2010 y 2012 y desde el primero de julio introducir reformas que generen ahorros de 0.25 a 0.5 por ciento del PIB en 2015 y de uno por ciento en 2016 sobre una base de un año completo. Crear fuertes desincentivos a la jubilación anticipada, así como retirar gradualmente el subsidio de solidaridad (EKAS) para todos los pensionados para fines de 2017.
En lo referente a la reforma del IVA, Grecia debería cambiar su sistema de impuesto al valor agregado para el primero de julio, con el objetivo de generar uno por ciento del PIB más de ingresos fiscales al año. Grecia está ofreciendo aumentar el IVA en 0.38 por ciento del PIB en 2015 y en 0.74 por ciento del PIB en 2016.
En estructura fiscal, Grecia debería requerir pagos completos adelantados de los impuestos a las empresas para finales de año; elevar las tasas solidarias extraordinarias; abolir los subsidios a agricultores por los impuestos especiales al diésel; reducir a la mitad los subsidios para el combustible de calefacción en el presupuesto de 2016, así como ajustar el impuesto a la propiedad para asegurar ingresos por 2 mil 650 millones de euros en 2015 y en 2016. También subir la tasa de impuestos a las empresas de 26 a 28 por ciento. Cobrar impuestos a los avisos en televisión y lanzar una oferta pública internacional para licencias de televisión y uso de frecuencias.