A pesar del fuerte rezago legislativo, que incluye pendientes relevantes, como la reglamentación secundaria de la ley anticorrupción y la nueva normatividad contra la desaparición forzada de personas, en lo que va del año la mayoría de las 64 comisiones de trabajo del Senado no se han reunido.

La actividad ha sido prácticamente nula en el receso, que comenzó en mayo pasado, debido a que la mayoría de los senadores estuvieron inmersos en el proceso electoral. Sin embargo, la inactividad persiste, por lo que el presidente del Senado, Miguel Barbosa, enviará un oficio a los presidentes de cada una de las comisiones para que reactiven el trabajo legislativo.

De hecho hay una veintena de comisiones que desde septiembre de 2012, en que se integraron, se han reunido un promedio de cuatro veces. Ello contrasta por ejemplo con la Comisión Anticorrupción, que en su sitio oficial reporta 42 encuentros de trabajo, o la de Justicia o la de Estudios Legislativos, que tienen una cifra similar.

Hay casos, como el de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables, que sólo ha sostenido dos reuniones de trabajo, la más reciente en diciembre de 2014, o la de Asuntos Fronterizos Sur, que tiene un solo encuentro consignado, el de su presidente, el senador priísta Arquímedes Oramas, con el presidente de Guatemala, en octubre de 2014.

Un estudio del Instituto Belisario Domínguez del Senado revela que en el pasado periodo de sesiones, de septiembre a diciembre de 2014, 26 comisiones no dictaminaron ni una sola iniciativa. Pese a esa bajísima productividad y el hecho de que desde mayo y hasta la fecha la actividad es nula, porque la mayoría de los legisladores estuvieron atendiendo el proceso electoral, todos los presidentes de las 64 comisiones recibieron los 100 mil pesos mensuales para el trabajo en comisiones.

Al respecto, el perredista Barbosa comentó que el receso es sólo para el pleno, y las comisiones están obligadas a sesionar y a producir dictámenes. Les voy a enviar un oficio, a fin de que operen y sigan desahogando los temas pendientes.

Igualmente, el senador Alejandro Encinas advirtió que hay que entender que es un receso, no vacaciones, y que todos los legisladores deben regresar a sus tareas. Puntualizó que en la lógica de mantener el reparto de puestos para que todos queden satisfechos, se ha incrementado de forma significativa el numero de comisiones, y ello dispersa el trabajo legislativo.

Señaló que tanto la Comisión de Estudios Legislativos que él preside, como la de Justicia –que encabeza el panista Roberto Gil Zuarth– y la de Gobernación –que tiene a su cargo la priísta Cristina Díaz– sostuvieron reuniones de trabajo la semana pasada.

El estudio del Instituto Belisario Domínguez resalta que el trabajo se concentra en sólo 11 de las 64 comisiones ordinarias, entre ellas la de Estudios Legislativos, a la que en el periodo pasado se le turnaron 169 iniciativas.

Encinas explicó que los recursos que se canalizan a las comisiones son para contratar asesores, para el trabajo legislativo, no para que se lo quede el presidente de ese órgano. Reconoció, sin embargo, que en algunos casos los 100 mil pesos no se emplean como se debiera.

A su juicio, las nuevas disposiciones en materia de transparencia permitirán conocer el destino de las asignaciones a las comisiones de trabajo y a las bancadas.

Se deberá revisar también qué comisiones cumplen realmente con una función útil en términos legislativos, porque su número ha ido creciendo, tan sólo para que un mayor número de senadores pueda presidir uno de esos órganos, recalcó.