El cantautor subirá el escenario con David Haro y Édgar Oceransky, el 25 de junio
La del Centro Cultural Roberto Cantoral será una reunión de carne y hueso
, asegura
Viernes 19 de junio de 2015, p. a10
El próximo 25 de junio, el ciclo Bohemia llegará a su concierto 23 y hará honor a su nombre, más que en los recitales precedentes, cuando se reúnan en un mismo escenario Rafael Mendoza, David Haro y Édgar Oceransky, para cantar a la vida y a la muerte, al principio y al fin, al amor y sus enemigos, y a la amistad, entendida como requisito para ser feliz, en la idea de Aristóteles.
El Centro Cultural Roberto Cantoral dará cabida a los tres ensayistas del subjetivismo dimensionado en música de lira y letras que retuercen las tripas. El papel más difícil es para Oceransky, a quien toca ocupar el sitio que otrora fue de Marcial Alejandro, quien con Mendoza y Haro grabó un disco titulado Bohemia, hizo giras con esa bandera y se fumó y sorbió la vida como pocos, a ritmo de fandango y poesía o, mínimo, décimas escritas en servilletas de papel.
Oceransky no pretende usurpar tal vacío, en primer lugar porque siendo más joven admiraba a sus ahora compañeros, y estar con ellos en una función es no un sueño sino una fantasía cumplida, un regalo del destino.
En conferencia de prensa, efectuada en el Centro Cultural Roberto Cantoral (o Centro Cantoral Roberto Cultural, como parafrasea Jaime López), Mendoza expresó: Vamos a hacer bohemia. Nos conocemos desde hace años, ya hemos cantado juntos y, supongo, va a ser una reunión muy sabrosa
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Oceransky: Estar con Mendoza y Haro representa para mí muchas cosas, porque es estar al lado de dos personas que quiero mucho. Llevo más tiempo admirándolos que queriéndolos. Tocar con gente a la que le has aprendido el oficio de componer, de cantar, de ser artista, resulta un honor casi del mismo nivel del gozo que vamos a tener, porque a veces, cuando ya logramos tener una amistad con la gente a la cual admiramos, se nos olvida por qué estamos con ellos. Espero que a mí eso nunca se me olvide, porque siempre he tenido muchas cosas que aprenderles y, a la fecha, cuando estoy con ellos en el escenario o conversando, simplemente es una oportunidad para tomar apuntes
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David Haro dijo que esta será la segunda vez que se junten los tres para cantar en ese sitio. Mendoza añadió: Hay una pequeña diferencia, porque será la primera vez que estemos los tres al mismo tiempo, sentados, en una función. Será como estar en la sala de cualquiera de nosotros. Tenemos un nivel de confianza e interacción mucho mayor, lo cual da naturalidad
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Oceransky precisó: Jamás pensaría siquiera en poder ocupar el lugar de Marcial. Poder sentarme al lado de ellos me hace sentir una emoción muy particular. Eso se lo platiqué a mi mujer hace unos días: fui a verlos muchas veces al Sapo Cancionero y a Los Íntimos, y creo que ahora este será un buen pretexto para traer a Marcial al escenario. De por sí lo hacemos cada uno por nuestro lado. Vamos a cantar algunas de sus composiciones; espero estar a la altura del compromiso
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Composiciones que se cuentan solas
Mendoza definió la bohemia: “Primero que nada, debe decirse que la bohemia, la palabra, no es de nadie Es una práctica de coincidencia, de compartir; suele relacionarse con lo artístico. Es compartir la palabra, la vivencia y, en nuestro caso, la canción. Las bohemias lo son cuando los que se suben tienen algo que compartir y están dispuestos a darlo. Esto nos reúne ahora, con nuestra historia y un camino coincidente, con mucha amistad y aprecio.
Me sorprende su trabajo y me interesa. Esta bohemia será tan real como muchas que hemos hecho, por lo que invitamos a la gente. Será una bohemia de carne y hueso. ¿Puede haber bohemia sin tragos?... Yo creo que sí... pero esta no será una de ellas.
Haro comentó que en un momento cantarán una pieza de Marcial. Eso de contar anécdotas sobre cómo nacieron las canciones... yo creo que no, porque las canciones se cuentan solas
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