La aportación de las reformas estructurales al crecimiento económico de México en 2016 será menor al impacto que tendrá sobre el producto interno bruto (PIB) el recorte presupuestal de 134 mil millones de pesos anunciado por la Secretaría de Hacienda para el próximo año y el estancamiento de la plataforma de producción petrolera, adelantaron analistas de Banorte-Ixe Casa de Bolsa.

De acuerdo con un estudio de la firma, mientras las inversiones que se podrían detonar en el país tanto en el sector energético como en el de telecomunicaciones luego de las reformas en ambos sectores, aportarán 0.4 por ciento de impulso a la economía el próximo año, el recorte al gasto disminuirá en 0.6 por ciento el PIB.

En el caso de la reforma energética, los analistas de Banorte-Ixe recordaron que desde su aprobación en agosto de 2014 fue presentada como un parteaguas en la historia de México, cuya atracción de inversiones privadas permitiría alcanzar tasas de crecimiento de 5 por ciento anual o más.

Sin embargo, señalaron que dada la caída de 40 por ciento en el precio internacional del petróleo de junio de 2014 a la fecha y la alta probabilidad de que éste se mantenga así por un largo periodo, la inversión que se podrá detonar en el sector será significativamente menor a la que se había anticipado anteriormente con un escenario de precios por arriba de 100 dólares por barril, cuando actualmente fluctúan en un rango de entre 50 y 60 dólares.

Es por ello que estimamos ahora que la economía mexicana alcanzará un crecimiento potencial de 3.5 por ciento en los próximos cinco años, en lugar de 5 por ciento como habíamos previsto con anterioridad, dijeron.

Si bien estimaron que los bajos precios del petróleo aumentan los incentivos para invertir en los proyectos en aguas someras y convencionales en tierra, incluidos los pozos maduros, que serán los primeros en ser abiertos a la inversión del sector privado, consideraron que las inversiones en la industria petroquímica tendrán una incidencia de 0.3 por ciento en el PIB en 2016.

Adicionalmente en el caso de la reforma de telecomunicaciones, consideraron que las inversiones que se pueden detonar con las nuevas cadenas televisivas, así como con la licitación de parte del espectro radioeléctrico, pueden contribuir con 0.1 por ciento del PIB en 2016.

No obstante indicaron que a diferencia del recorte anunciado para 2015 –que tendrá un impacto limitado en el crecimiento, sobre todo por la desaparición de proyectos que no estaban contemplados en los pronósticos de la mayoría de los analistas–, el de 2016, que será por 134 mil millones de pesos, sí tendrá un impacto negativo importante en el crecimiento, debido a que estando fundamentado en una base cero, probablemente contemplará despido de personal, así como una disminución importante de gasto público que estaba presente en el pasado.

Los especialistas redujeron prácticamente a la mitad su estimación de crecimiento para el próximo año al bajarla de 5 a 2.7 puntos porcentuales debido a que ahora anticipan un menor impacto de las inversiones relacionadas con la reforma energética ante los bajos precios del petróleo, con respecto a las que se había previsto con anterioridad.

Estimamos un impacto negativo significativo del recorte de gasto público que se llevará a cabo el año que entra. No obstante lo anterior, consideramos que la economía mexicana crecerá más que en 2013 y 2014 y se encaminará a crecer más que en el promedio de los pasados 20 años, puntualizaron.