El actor británico murió el domingo en Londres, informaron ayer autoridades de Kensington
Interpretó más de 250 personajes y grabó un disco de heavy metal a los 92 años
Viernes 12 de junio de 2015, p. a10
Londres.
Se metió en la piel de más de 250 personajes y como músico consiguió entrar en las listas de ventas cumplidos los 90 años de edad. Christopher Lee, que murió en Londres, será recordado sobre todo por su papel de conde Drácula, con el que hizo historia en el cine.
Hasta el día de hoy consigue estremecer cuando el conde Drácula se levanta envuelto en su capa negra de su ataúd y busca el terso cuello de una mujer.
El actor británico Christopher Lee, el más famoso de los Dráculas en la gran pantalla, murió en Londres el domingo pasado, a la edad de 93 años, según confirmó ayer un portavoz de la municipalidad en Kensington y Chelsea. Al parecer, su muerte se debió a problemas con las vías respiratorias y el corazón.
Christopher Frank Carandini Lee, quien no pasó por una escuela de interpretación, pudo haber fracasado. Poco ayudaban sus 1.96 metros de altura y su aspecto amenazador.
Boris Karloff, intérprete de Frankenstein, le recomendó que lo intentara con personajes oscuros, y funcionó. A finales de los 50 le llegó el papel de Drácula. Que Lee le diera un toque aristocrático al vampiro estuvo tal vez relacionado con que el propio actor venía de noble cuna. Su madre era una condesa italiana y su padre, un coronel inglés.
El papel de Drácula le dio en 1958 fama internacional, pero prácticamente lo encasilló en el género de las películas de terror. Hasta los años 70 no dejó de interpretar al vampiro, y Lee tardó mucho tiempo en deshacerse de los personajes terroríficos. Además de Drácula, fue Frankenstein y Fu Man Chu. También hizo de villano en la película de James Bond The Man with de Golden Gun (1974). También encarnó a Sherlock Holmes.
En los años 70 se mudó a Estados Unidos en parte para dar un giro a su carrera. Billy Wilder, entre otros, le recomendaron un cambio. Pero desde el principio en Hollywood también estuvo encasillado como villano. En su vida privada, Lee nada tenía que ver con sus personajes: desde hace años colaboraba con la Unicef; por su trabajo en favor de los derechos de los niños fue distinguido por la organización Cinema for Peace y la reina Isabel II de Inglaterra lo nombró caballero en 2009.
A lo largo de su carrera interpretó más de 250 personajes y por esa razón entró en el libro Guinness de los récords como el actor con más apariciones en cine.
Sin embargo, Lee tuvo que ejercitar mucho la paciencia hasta que llegaron buenas propuestas después de Drácula. En 1999, el director Tim Burton se fijó en él para su musical gótico Sleepy Hollow, papel al que siguió el de mago Saruman en el blockbuster El señor de los anillos. Con Burton y su compañero de rodaje Johnny Depp filmó en 2005 otro éxito de taquilla: Charlie y la fábrica de chocolate.
Pero Lee tenía también otros talentos. El actor cosmopolita hablaba francés e italiano, y también se defendía en alemán, español, sueco y danés. Tras unos años en el extranjero, vivió en los últimos tiempos en su país natal, Reino Unido. Deja a su esposa danesa Birgit Kroencke, con quien tuvo una hija.
A pesar de los años, Lee siguió actuando y no pensaba en dejarlo.
Es impresionante: cuanto más mayor me hago, más papeles me ofrecen
, dijo a sus 89 años en una entrevista.
Seguiré actuando mientras viva
, añadió. Incluso después de su muerte se le podría ver en la gran pantalla con Angels in Notting Hill, cinta que Lee produjo y en la que interpreta a una divinidad. A sus 92 años grabó un álbum de música heavy metal y con el sencillo Jingle Hell se convirtió en el músico más anciano que entra en lista de las canciones más vendidas.