Escribir música, para Juan Arturo Brennan (DF, 1955), es un acto de gratitud,

Mi motivación básica para componer ha sido no tanto el impulso creativo o la necesidad de expresión, sino devolver al ámbito musical un poco de lo mucho que me ha dado, señala a La Jornada.

La faceta de compositor es la menos conocida de este versátil hombre, no obstante que su primera obra se remonta a los albores de los años 80 del siglo pasado.

Es algo en lo que ha sido determinante lo esporádico y reducido de su producción en ese ámbito, pues en tres décadas de trabajo cuenta sólo con ocho partituras, incluida la más reciente, Hayastán 1915, que concluyó el pasado enero.

Esta pieza, la primera para agrupación sinfónica en su catálogo, tendrá su estreno mundial este fin de semana a cargo de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM), en el par de conciertos que ofrecerá en el auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (CNA), hoy a las 18 horas y mañana domingo a las 12:30 horas.

Con estudios en ingeniería mecánica y cine, a Brennan, quien es colaborador de estas páginas, se le conoce y reconoce en el ámbito musical mexicano por sus 37 años ininterrumpidos de ejercer la crítica, ser tutor de cursos de apreciación y redactor de notas de programas de mano para las principales agrupaciones nacionales, así como algunas de las extranjeras que se han presentado en escenarios del país.

El también guionista de radio y televisión explica en entrevista que su quehacer de compositor responde a un deseo personal de, literalmente, ponerse del otro lado y exponerse al escrutinio y la crítica de los otros.

He dedicado mucho tiempo, trabajo y años a hacer reseña, crónica, crítica de música y me parece de mínima justicia y saludable que, aunque sea muy de forma esporádica, me ponga también del lado del compositor, para ver qué se siente exponerse a esa experiencia de estar ante los ojos y oídos de los demás, comenta.

Juan Arturo Brennan (DF, 1955), quien ha ejercido la crítica musical durante 37 años de manera ininterrumpida, explica a La Jornada: de vez en cuando practico lo poquísimo que he aprendido de composición por mi cuenta, pues soy ciento por ciento autodidactaFoto Carlos Ramos Mamahua

La tercera y última motivación para ejercer la creación musical es su interés por practicar de vez en cuando lo poquísimo que he aprendido de composición por mi cuenta; soy ciento por ciento autodidacta.

Brennan comenta que no ha logrado generar una voz y estilo propios como compositor, debido a que carece de entrenamiento académico en esta especialidad y porque ha escrito muy pocas obras.

Sí hay elementos recurrentes en algunas de las piezas; por ejemplo, los patrones rítmicos repetidos me atraen pero, estrictamente, no hay ni siquiera una línea de conducta entre una obra y otra, son disímbolas entre sí.

El autor explica que compuso Hayastán 1915 con la finalidad de conmemorar el genocidio armenio, en su centenario, perpetrado por el Imperio Otomano, en el que, se ha documentado, murieron un millón y medio de personas.

Sonoridad íntima y elegíaca

Con duración de unos 10 minutos, Hayastán 1915 es una pieza para orquesta reducida, con el propósito de lograr una sonoridad íntima y elegíaca.

Es una obra de atmósfera luctuosa, contemplativa. No cito ninguna melodía armenia ni me hubiera atrevido a hacerlo; tiene dos elementos emblemáticos para dar un significado extra, indica Brennan.

Estos están determinados por el empleo del corno inglés, que hace las veces del duduk, instrumento fundamental de la larga y muy rica tradición musical armenia; y de la trompeta, la cual debe tocarse fuera de escena para representar la voz la diáspora de esa nación.

El programa de la OFCM incluye, además, dos obras del inglés Ralph Vaughan Williams: el Concierto para oboe y cuerdas en la menor, que será ejecutado por el italiano Gianfranco Bortolato como solista, así como la Sinfonía No. 4 en fa menor.

El Cenart se ubica en Río Churubusco y calzada de Tlalpan, colonia Country Club, cerca de la estación General Anaya del Metro.