La mayoría de las personas en México desconocen cuántas vacunas se han aplicado y sólo 40 por ciento pueden explicar por qué debe administrarse cada año la inmunización contra la influenza. Especialistas advirtieron que la falta de información contribuye a que crezca la corriente que rechaza o desconfía de las vacunas, afirmó Alma Ruth Romero García, presidenta de la agrupación Curarse en Salud.

Por eso resulta fundamental ampliar las campañas de difusión sobre los beneficios que la aplicación de biológicos ha tenido para evitar enfermedades y muertes y para aumentar la esperanza de vida de la población.

En conferencia de prensa en la que se dio a conocer la creación de la organización civil, Raúl Dorberker, jefe del Departamento de Inmuno-Alergias del Hospital Juárez del Centro, comentó que aunque en México no existe un grupo antivacunas específico, no es raro que a los consultorios públicos y privados lleguen madres que dicen estar en favor de lo natural. Tienen la creencia de que si sus hijos contraen alguna enfermedad, incluso alguna que pueda prevenirse con vacuna, podrán producir anticuerpos.

Eso puede ser cierto para algunas bacterias, pero no para todas ni para los virus causantes de enfermedades graves como la poliomielitis y el sarampión. Añadió que por la cobertura de inmunización contra ambos padecimientos, desde principios de los años 90 se eliminó la circulación del poliovirus salvaje de las Américas, y el sarampión está en el camino de lograr esta meta.

El problema, señaló Rodrigo Romero, secretario de la Asociación Mexicana de Vacunología, es que en otras partes del mundo todavía circulan los gérmenes que provocan esos padecimientos y todavía es elevado el riesgo de que alguna persona enferma llegue al país y contagie a otras. Por eso la importancia de mantener la aplicación de las vacunas, subrayó.

Por su parte, Romero García llamó la atención sobre la necesidad de aumentar la información a la sociedad sobre las vacunas y su impacto en la salud. Los resultados de un sondeo efectuado por Curarse en Salud indican que hay desconocimiento sobre el tema, y eso incluye los datos sobre los biológicos que deben aplicarse a las mujeres embarazadas para prevenir riesgos mayores para los bebés si llegan a contraer rubéola, tétanos neonatal e incluso tosferina.

Respecto de los individuos que rechazan o se niegan a vacunar a sus hijos, Dorberker comentó que sus consecuencias se acentuaron a finales del año pasado con el brote de sarampión en Estados Unidos, cuando un niño enfermo contagió a otros que no estaban vacunados. Detalló que del 1º de enero al 1º de mayo se han confirmado 117 casos, de acuerdo con información de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) de aquel país.