Ex integrantes del cártel de Colima –que dirigían los hermanos Amezcua Contreras– ahora forman parte de la estructura operativa del cártel Jalisco Nueva generación y participan en la administración y producción de drogas sintéticas en esas dos entidades y en Tabasco, señalaron funcionarios que participan en el gabinete de seguridad nacional.

Las asociaciones con ex integrantes de otros grupos criminales han servido para que Nueva generación forme una estructura sólida, bajo el mando de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho. A ese cártel se le han unido células completas de bandas delictivas conocidas como Los Valencia, La familia michoacana y de la organización de los hermanos Luis, Adán y Jesús Amezcua Contreras, quienes se encuentran detenidos, el primero de ellos en 2001, y los otros dos en 1998, agregaron los funcionarios consultados.

Los hermanos Amezcua Contreras llegaron a ser considerados los reyes de las metanfetaminas, y sus zonas de operación se extendieron a Jalisco, Colima, Baja California y el Distrito Federal, de acuerdo con registros de la Procuraduría General de la República (PGR).

Tras la detención de los Amezcua, el liderazgo del grupo quedó en manos de Jaime Arturo Ladino Ávila, pero fue detenido en enero de 2003, y presuntamente desde esa fecha otros familiares de los hermanos Jesús, Luis y Adán se mantienen al frente de la organización.

Sin embargo, mencionaron, en días pasados en Tabasco aparecieron diversas mantas en las cuales se menciona que el líder del cártel de Colima es Gerardo Mendoza Chávez, un hombre vinculado tanto a los hermanos Amezcua como a Los Valencia, una de las organizaciones que sirvieron para la fundación del cártel de La familia michoacana.

Mendoza Chávez presuntamente fue expulsado de Michoacán una vez que surgió el cártel de Los caballeros templarios, y se alió con los cárteles de Colima y Jalisco Nueva generación, este última que se ha convertido en una de las organizaciones más importantes del narcotráfico en México.

Más víctimas

Por otro lado, dentro de la ola de violencia que se ha generado en Jalisco por los grupos de la delincuencia organizada que ahí operan, ayer autoridades locales informaron de tres homicidios con armas de fuego.

Uno de los asesinatos se cometió en la colonia San Pedrito, en Tlaquepaque, donde la víctima era Alfredo Rodríguez Lomelí, de 36 años, quien fue atacado cuando se encontraba en un taller mecánico.

En el municipio de Tonalá, Luz Verónica Guzmán y Fulgencio Jordán Hernández, de entre 35 y 40 años, fallecieron tras recibir varios disparos.