La dependencia erogó más de $138 millones en 2.68 millones de dosis para adolescentes
Por medio de Birmex adquirió también 6.48 millones de biológicos contra sarampión y rubéola
Jueves 14 de mayo de 2015, p. 35
La Secretaría de Salud (Ssa) concluyó en abril pasado la compra de vacunas contra hepatitis B, sarampión y rubéola que se aplicarán este año en los servicios estatales de salud.
Destaca que adquirió productos fabricados por una empresa de India y con la intermediación del laboratorio mexicano Biológicos y Reactivos de México (Birmex).
De hecho, Birmex es titular del registro sanitario autorizado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y con vigencia para la vacuna de hepatitis B de febrero de 2014 a febrero de 2019, y de noviembre de 2012 a noviembre de 2017 para la de sarampión y rubéola, de acuerdo con documentos oficiales disponibles en el sistema Compranet.
La compra se realizó al amparo del Contrato Marco para el suministro de vacunas, y con base en la Ley de Adquisiciones se adjudicó de manera directa a Birmex. El dictamen señala que se eligió esta modalidad para seleccionar al proveedor con la finalidad de obtener el máximo ahorro económico y en el menor tiempo posible disponer de los biológicos en el país. Hasta ahora, la mayor parte de las vacunas incluidas en el esquema universal de inmunizaciones se han comprado a fabricantes trasnacionales asentados en México.
Con el procedimiento seguido en esta ocasión, la Ssa, por medio del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (Censia), asignó dos contratos a Birmex por más de 138 millones de pesos, con lo que adquirió 2.68 millones de dosis de vacuna contra hepatitis B para adolescentes, a un precio de 10.50 pesos cada una, y 6.48 millones de la doble viral (sarampión y rubéola), a 16.52 pesos por unidad.
El Censia también pretendía comprar 2.1 millones de vacunas contra tuberculosis (BCG), pero el oferente, Laboratorios Imperiales, titular del registro sanitario del biológico que fabrica Japan BCG Laboratory, el cual propuso el precio más bajo (12.99 pesos por dosis), no está registrado en el contrato marco
, señala el dictamen final.
El documento advierte que por tratarse de una adjudicación directa el proceso fue más ágil que a una licitación pública, la cual requiere más tiempo y recursos humanos y financieros.
En términos de eficiencia, ratifica que la adjudicación directa permitirá tener los productos en menor tiempo a disposición de las personas usuarias de los servicios de salud pública.