La iniciativa contempla dar superpoderes
a dirigentes escolares
Miércoles 6 de mayo de 2015, p. 26
Roma.
Miles de profesores, alumnos y trabajadores protestaron este martes en varias ciudades italianas contra la reforma educativa del gobierno de Matteo Renzi, mientras planteles escolares cerraron sus puertas al sumarse a la huelga general.
Convocada por todos los sindicatos, la jornada de protestas incluyó marchas en siete ciudades.
Según los organizadores, en Roma participaron 100 mil personas, en Milán 30 mil, en Bari 25 mil, en Cagliari 5 mil, en Palermo 6 mil y varios miles en Catania y Aosta.
Profesores, estudiantes y trabajadores rechazan la reforma promovida por Renzi en la ley 2994, en proceso de aprobación parlamentaria.
La iniciativa consta de 24 artículos. El más criticado es el que prevé dar superpoderes
a los dirigentes escolares, que podrán decidir sobre contrataciones, premiaciones y castigos a docentes.
Uno de los artículos contempla que el dirigente escolar tenga la facultad de seleccionar a su personal docente, lo que para los sindicatos conlleva el riesgo clientelismo y corrupción.
También se incluyen desgravaciones fiscales a las escuelas privadas, que son religiosas, lo que para los centrales gremiales significa un regalo al lobby católico y una bofetada a al educación laica.
La reforma incluye la contratación por tiempo indeterminado de 100 mil docentes, pero los sindicatos denuncian que de ese plan quedan excluidos 23 mil maestros de escuelas primarias con contratos temporales, además de 80 mil docentes formados con cursos especiales.
Las centrales gremiales también denunciaron que de la reforma queda excluido el personal técnico-administrativo y que la apertura al financiamiento privado a escuelas públicas privilegiará a los institutos centrales en detrimento de los ubicados en zonas periféricas.
Renzi declaró que pese a la inconformidad continuaremos con la cabeza dura y mantendremos las grandes reformas, entre ellas la de la escuela que para mí es clave
.
El primer ministro, sin embargo, se dijo dispuesto a dialogar con los docentes, luego que el presidente del Senado, Pietro Grasso, dijo que está dispuesto a hacerlo y la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Boldrini, pidió respeto
para las protestas.